Muebles a todo gas: cómo los fabricantes de coches triunfan en el mobiliario más exclusivo
Las opciones para decorar de manera diferente van desde las piezas de lujo de firmas como Aston Martin a mobiliario hecho a partir de coches clásicos
Muebles y coches. La extraña pareja funciona. Algunas de las firmas de lujo del motor cuentan con una línea de muebles para el hogar y la oficina desde hace algunos años. La icónica compañía inglesa Aston Martin lanzó en 2011 su primera colección de muebles y accesorios para el hogar. Y en 2015 la marca italiana Lamborghini creó su línea de mobiliario de hogar y oficina inspirada en los circuitos de la fórmula 1. Para penetrar en el mercado del diseño de interiores, ambas compañías se asociaron con la casa italiana Formitalia Luxury Group, que produce y distribuye en exclusiva estas piezas tan singulares por todo el mundo.
Sus clientes son de alto standing, son los mismos que compran sus coches por más de 100.000 euros. Buscan piezas sofisticadas y de calidad para sus viviendas o empresas y el precio nunca es el problema. Por ejemplo, gastan 3.400 euros por una lámpara de pie de Aston Martin, o 2.400 euros por una lámpara de mesa.
El sofá V297 en forma de L de esta misma firma cuesta 29.800 euros (sin contar impuestos) y es uno de los productos más demandados, según indican en el grupo Formitalia. La cama V298 se vende por 15.200 euros. Ambas piezas fueron presentadas en el salón del mueble de Milán el pasado junio. La colección se centra en salones y dormitorios de estilo minimalista y juega con el contraste de materiales: tela, cuero, lacado en oro…
Tonino Lamborghini Home, la marca de muebles de la familia Lamborghini, crea piezas que juegan al mismo tiempo con la creatividad y la ingeniería, la elegancia y la técnica. Son muebles que muestran la pasión por el mundo del automóvil, con líneas claras y nítidas, formas dinámicas, un diseño atemporal y materiales refinados. Un ejemplo son las piezas para la oficina: su escritorio cuenta con una parte superior de cuero, patas lacadas en oro e inserciones de fibra de carbono, y su precio de venta asciende a 36.000 euros. Su sillón de piel de oficina se vende por 5.850 euros.
Otras alternativas
Son piezas que no están al alcance de la mayoría de los mortales. Sin embargo, no siempre hay que gastar ingentes cantidades de dinero para amueblar una vivienda sin recurrir a lo de siempre, a la producción en serie de las grandes cadenas de muebles. Bel & Bel es una marca española creada en 2005 por los diseñadores Jesús Bel y Carles Bel, licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, que arrancaron su aventura trabajando con materiales de desecho. Sus diseños son reconocidos por convertir vehículos clásicos en muebles vintage. El resultado son piezas únicas y series limitadas cuyo coste es algo más asequible.
De su taller ubicado en Viladecans (Barcelona), sale su producto estrella, la Scooter Chair, una silla de oficina construida sobre el chasis frontal de una Classic Vespa. “Además de reutilizar algunas de las partes más características de diferentes modelos de scooters clásicos previamente restaurados, empleamos materiales de primera calidad para los acabados. Cuidamos el más mínimo detalle de la silla, para que, además de ser cómoda, sea duradera”, señala Bel. La silla se puede personalizar escogiendo el color de la estructura exterior, el tipo y tono del tapizado —puede ser piel natural o sintética— o la base —fija o con ruedas—. Además, se pueden incluir extras, como reposabrazos cromados, logotipos en la parte trasera, pilotos intermitentes o una rueda original.
También son un clásico de esta marca catalana los sofás hechos a partir de un Seat 600. En total, tiene en cartera una decena de muebles que se fabrican bajo encargo y de forma artesanal. “En algunos objetos como el sofá podemos tardar un mes en fabricarlo”, dice Carles Bel. “Queremos exaltar con nuestras piezas algunos de los diseños del pasado que admiramos, como la mítica motocicleta de Corradino d’Ascanio o nuestro querido Seat 600, que de alguna manera fueron fabricados para durar toda vida”, señala. Su filosofía es el reciclaje creativo o upcycling.
La silla de oficina cuesta a partir de 1.500 euros, sin tener en cuenta los extras (reposabrazos o intermitentes, a razón de 100 euros más por cada uno. Si es piel natural son otros 120 euros). El sofá se vende a un precio que parte de 6.000 euros. “Nuestros compradores son tanto empresas como particulares y su destino son oficinas y viviendas e, incluso, programas de televisión. Este año hemos hecho en torno a 70.000 euros en ventas y desde el primer año tenemos beneficios”, indica el cofundador. Sus muebles se exportan a Japón, Taiwán, Estados Unidos, Italia, Bahamas o Filipinas.
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