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Reformas para Hogar Betania, más que un comedor social

Ferrovial lleva 12 años colaborando con comedores comunitarios y bancos de alimentos. Su próxima acción consistirá en financiar la reforma y acondicionamiento de la sede de Hogar Betania, en La Línea de la Concepción, a las puertas de Gibraltar

Trece años después de su inauguración, este comedor proporciona atención diaria a más de 600 personas de La Línea y del Campo de Gibraltar.
Trece años después de su inauguración, este comedor proporciona atención diaria a más de 600 personas de La Línea y del Campo de Gibraltar.
Miquel Echarri

El municipio gaditano de La Línea de la Concepción sufre desde hace décadas una de las tasas de desempleo, vulnerabilidad y exclusión más altas de España. Esa fue una de las principales razones por las que una ciudadana linense, Begoña Arana, trabajadora social voluntaria desde los 16 años, decidió inaugurar precisamente allí una asociación sin ánimo de lucro, Hogar Betania. Este comedor comunitario comenzó a funcionar en 2011 “con toda la ilusión, pero en condiciones un tanto precarias”, según nos cuenta ella misma. Trece años después, proporciona atención diaria a más de 600 personas de La Línea y del Campo de Gibraltar. Los alimenta, los conforta, los asesora y trata de ayudarles a recuperar el pleno control de sus propias vidas.

El plan de asistencia a comedores comunitarios y bancos de alimentos de Ferrovial ha realizado ya 55 intervenciones y beneficiado a más de 80.000 personas

Arana explica que iba para funcionaria, pero renunció a la asistencia social rutinaria y burocratizada para centrarse en un proyecto personal de base, centrado en mejorar la situación “de personas inmersas en una economía de subsistencia, castigadas por las crisis sucesivas que viene padeciendo esta zona desde hace muchos años”. Hoy, Betania es una tupida red solidaria que opera en cinco comunidades autónomas (Andalucía, Extremadura, Canarias, Madrid y País Vasco) y dispone de 31 centros en los que trabajan 180 profesionales. Su cuartel general, pese a todo, sigue en La Línea, una decisión estratégica que, para Arana, tiene todo el sentido: “Tal vez eso nos resta parte de la visibilidad que podría proporcionarnos tener una sede central en Madrid o Barcelona, pero nos parece lo más lógico. La ciudad sigue padeciendo problemas acuciantes y, además, aquí empezó todo. Fue aquí donde pusimos en práctica por primera vez la metodología de acción directa y soluciones concretas que hemos exportado después a otros lugares de España”. En los últimos meses, Arana y Hogar Betania han encontrado un nuevo aliado: Ferrovial. La compañía, uno de los principales operadores globales de infraestructuras, está comprometida con el desarrollo de soluciones sostenibles y la responsabilidad social de impacto real, que se muestra sobre el terreno en su apoyo mediante la mejora de infraestructuras y medios a organizaciones que luchan contra el hambre en España. Financiando el proceso de acondicionamiento y reforma de la cocina y el comedor de la sede central de Betania, se materializa la vocación de la compañía de generar un impacto positivo en las comunidades en las que opera. Las obras se llevarán a cabo en el primer trimestre de 2025 y, según nos explica Ricardo Navas Hernández, responsable de programas sociales de Ferrovial, “se irán ejecutando de manera gradual, para que interfieran lo menos posible en la actividad del centro y nadie se quede sin recibir la alimentación y asistencia que necesita”.

Desde 2012, indica Navas, Ferrovial desarrolla un programa de acción solidaria consistente en “ayudar a comedores sociales y centros de distribución de alimentos a rehabilitar y mejorar sus instalaciones, una tarea en la que la mayoría de ellos muy rara vez pueden embarcarse porque disponen de recursos limitados y los dedican a atender a cuantas más personas mejor”.

Trece años después de su fundación, Hogar Betania cuenta con 31 centros repartidos en cinco comunidades autónomas (Andalucía, Extremadura, Madrid, Canarias y País Vasco).
Trece años después de su fundación, Hogar Betania cuenta con 31 centros repartidos en cinco comunidades autónomas (Andalucía, Extremadura, Madrid, Canarias y País Vasco).Sergio Rodriguez Garcia

Múltiples colaboraciones

La empresa ha colaborado ya con “Cruz Roja, Cáritas España, World Vision, la Fundación Altius o la Federación Española de Bancos de Alimentos”, entre otras. En total, han realizado 55 intervenciones y beneficiado directamente a más de 80.000 personas. Este año han decidido apostar por Betania porque “se trata de un programa solidario de proximidad con una filosofía de asistencia activa, transparente y orientada a objetivos muy similar a la de Ferrovial”, afirma Navas. Además, la asociación cuenta con avales tan firmes como el Premio Princesa de Girona, que obtuvo en 2019, o la Medalla de Oro Mayte Spínola a la Humanidad. Más allá de estos galardones, Arana destaca la importancia de “encontrar socios tan generosos como Ferrovial que, a través de su programa de Responsabilidad Social Corporativa, contribuye al objetivo de crear, entre todos, un mundo un poco mejor”. Arana nos habla de lo mucho que le duele “la situación de abandono estructural que padece La Línea”. En los últimos años han presenciado la generalización de nuevos perfiles de pobreza, empezando por “personas que, pese a tener trabajos a jornada completa, no pueden cubrir adecuadamente sus necesidades más básicas”. También proliferan los “hogares monoparentales con niños que padecen malnutrición o no viven en condiciones adecuadas”.

Pobreza vergonzante

Se trata de ejemplos cada vez más frecuentes de lo que se llama en el sector “pobreza vergonzante, porque a las personas que padecen esas situaciones les cuesta mucho pedir ayuda, aunque tal vez sean los que más la merecen”. Arana considera que una iniciativa de acción solidaria como ésta “no debe conformarse con dar de comer a quien lo pide, siguiendo un modelo de asistencia acrítico; también debe ayudar a esas personas a recuperar la autoestima, a no acomodarse, a formarse en la medida de lo posible y a embarcarse en procesos de búsqueda activa de empleo”. Betania intenta “identificar bien las necesidades y centrar los recursos en acciones concretas que puedan tener un verdadero impacto. “Somos algo más que un comedor social, intentamos dar a las personas vulnerables herramientas que les ayuden a valerse por sí mismas”, afirma.

”Nos encontramos cada vez más con nuevos perfiles de pobreza: hogares monoparentales y personas con trabajo pero con ingresos insuficientes”
Begoña Arana, fundadora de Hogar Betania

Por su parte, Navas añade que Ferrovial comparte los mismos objetivos. Una vez más, se trata tanto de dar peces como de enseñar a pescar: “En la solicitud que nos hizo llegar Betania se destacaba lo importante que era proporcionar ayuda en un entorno lo más funcional y digno posible, que cumpla todas las regulaciones y resulte cómodo y agradable tanto para los trabajadores como para los que acuden a él. Para Ferrovial, es un placer contribuir a una iniciativa tan noble y tan bien fundamentada como esta”.

Cinco áreas de intervención

Hogar Betania maneja tres instrumentos de intervención básica: alimentación, salud y supresión de adicciones, e interviene en cinco áreas distintas: la lucha contra la trata de personas y la violencia de género, el apoyo integral a las personas sin hogar, la asistencia a personas migrantes y refugiadas, la intervención en el territorio (que incluye, por ejemplo, las ayudas económicas de rescate de su proyecto Emergencia 365 y actividades sociales como su escuela de verano) y el servicio de capacitación laboral. 


Arana destaca que en todas esas líneas de trabajo se está realizando un seguimiento escrupuloso de los impactos para comprobar que los recursos disponibles se están utilizando de manera eficiente y los esfuerzos realizados dan sus frutos. Así, según los datos actualizados de 2023, Betania ha acompañado a 2.038 personas en su itinerario de inserción laboral, ha alojado y protegido en sus instalaciones a 266 migrantes y demandantes de asilo, ha acogido en centros de máxima protección a 262 mujeres y menores víctimas de violencia de género y ha reintegrado socialmente a 605 personas que no tenían hogar. “Las cifras son elocuentes pero detrás de cada número que se añade a la lista hay una persona que necesitaba ayuda, y para nosotros supone una gran satisfacción estar en condiciones de proporcionársela”, concluye Arana.


Sobre la firma

Miquel Echarri
Periodista especializado en cultura, ocio y tendencias. Empezó a colaborar con EL PAÍS en 2004. Ha sido director de las revistas Primera Línea, Cinevisión y PC Juegos y jugadores y coordinador de la edición española de PORT Magazine. También es profesor de Historia del cine y análisis fílmico.

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