La inclusión financiera es una herramienta de futuro

Hoy todo el mundo ha oído hablar de los microcréditos, esos préstamos de pequeña cuantía que facilitan poner en marcha negocios y salir así de la pobreza. Su impulsor, hace ya más de 30 años, fue el banquero y premio Nobel de Economía Muhammad Yunus. Aquella iniciativa, dirigida por entonces a las clases más desfavorecidas de la India y hoy extendidas por todo el mundo, se considera el germen de lo que hoy llamamos inclusión financiera.

En el marco de su estrategia de banca responsable, lograr esa inclusión financiera en todos los países en los que opera es uno de los grandes compromisos de Banco Santander, en línea con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de Naciones Unidas que se ha fijado la entidad.

Los esfuerzos están dando buenos resultados, ya que el año pasado se consiguió que más de 3,5 millones de personas pudieran acceder a servicios financieros básicos, obtener crédito a medida en un momento de dificultad económica o beneficiarse de formación financiera esencial. El objetivo de Banco Santander es empoderar a un total de 10 millones de personas en todo el mundo entre 2019 y 2025 y, a día de hoy, ha alcanzado ya el 60% de este objetivo.

El objetivo de la entidad es ofrecer servicios financieros básicos a 10 millones de personas de la actualidad hasta 2025

“Con ello generamos un impacto positivo en sus vidas, ayudando a los emprendedores a poner en marcha sus negocios gracias a nuestros programas de microfinanciación; o facilitando a los clientes el uso de los canales digitales para que no se queden atrás en el proceso de digitalización. Contribuimos así a generar un crecimiento inclusivo y sostenible”, señaló recientemente Ana Botín, presidenta de Grupo Santander, con motivo del premio otorgado por la revista Euromoney como el mejor banco en inclusión financiera del mundo.

Tecnología y microfinanciación

La entidad tiene en marcha numerosos programas que persiguen ese objetivo mediante tres vías principales. Por una parte, dan acceso a servicios financieros básicos a colectivos vulnerables. Pese a los avances, aún queda mucho por hacer ya que el Banco Mundial cifra en unos 1.700 millones las personas en el mundo que aún no están bancarizadas. No obstante, la digitalización de los servicios financieros y el uso cada vez más extendido de la tecnología están incrementando notablemente los niveles de inclusión.

Encontramos un ejemplo en Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Chile y México, los países en los que se ha puesto en marcha Superdigital, la plataforma móvil insignia de Santander 100% digital que permite realizar pagos en esos países, aprovechando el rápido crecimiento en la adopción de teléfonos inteligentes y la mejora en la cobertura de la red en Latinoamérica.

La segunda vía para lograr la mencionada inclusión es ofrecer financiación a medida para particulares y pymes con dificultades para obtener crédito. Para ello Santander cuenta con programas específicos como Tuiio en México, Prospera en Brasil, Uruguay y Colombia y Surgir en Perú, todas ellas iniciativas que tienen el mismo objetivo: apoyar a microemprendedores a establecer y hacer crecer micronegocios mediante microcréditos y microseguros.

Enseñar economía

La tercera vía se refiere al impulso de programas de educación financiera para que todas las personas tengan acceso, en condiciones de igualdad, a una formación básica en finanzas y la capacidad de gestionar su economía, conocer los riesgos y tomar las decisiones más adecuadas a sus necesidades personales y familiares.

En este sentido, la entidad impulsó durante 2020 más de 60 iniciativas en los países en los que opera, financiadas con más de tres millones de euros y que han ayudado a 716.000 personas, lo que supone un incremento del 30% con respecto al año anterior. Hablamos tanto de talleres y cursos presenciales como de iniciativas de formación online con webs específicas, herramientas, tutoriales o juegos.

La entidad impulsó en 2020 más de 60 iniciativas de educación financiera, desde talleres y cursos presenciales a formación online

En España, Santander apoya a programas como Tus finanzas, tu futuro, de la Asociación Española de Banca, o Educación Financiera en las Escuelas de Cataluña (EFEC), pero hay otro especialmente relevante, ya que se desarrolla gracias a la labor de empleados voluntarios del banco. Se trata de Finanzas para Mortales, en marcha desde hace casi diez años en colaboración con la Universidad de Cantabria y el Santander Financial Institute, SANFI.

Solo en el primer semestre de 2021, más de 2.600 personas de colectivos financieramente vulnerables se han beneficiado de las 314 sesiones formativas de este programa, que está reconocido como uno de los más importantes de educación financiera por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Además, ha reforzado en el último año sus contenidos digitales de información bancaria a través de la página web www.finanzasparamortales.es. Entre estas iniciativas también hay que incluir que Santander Consumer Finance ha lanzado cursos gratuitos sobre economía doméstica o consejos sobre ahorro y consumo responsable, a través del proyecto Simplifi.

Otros mercados

Estos proyectos se extienden a otros nueve países de Europa, Latinoamérica y también a EE.UU. En Reino Unido, por ejemplo, el año pasado se impartieron diversos talleres de formación antifraude. En Chile, la plataforma digital Sanodelucas ofrece información de alfabetización financiera para el buen uso de los productos financieros. Y en Argentina se han puesto en marcha una serie de talleres formativos para clientes y no clientes a cargo de empleados voluntarios del banco, entre otras iniciativas.