Cielos con pinceladas verdes gracias al biocombustible
Propulsar un avión a miles de pies de altura con un carburante elaborado a base de residuos es ya una realidad en España por medio de Iberia. Es el primer peldaño hacia el futuro de un transporte aéreo comprometido con la sostenibilidad
El miércoles 3 de noviembre, un avión de la compañía Iberia tomaba tierra en Bilbao procedente del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de Madrid. A priori, nada extraordinario para el común de los observadores. Pero cuando el vuelo regular IB426, una hora después de su salida, desplegó el tren de aterrizaje y se posó en la terminal bilbaína, el transporte aéreo español consumaba un hito histórico en su camino hacia unas comunicaciones más sostenibles. El aparato, un Airbus A320neo, había protagonizado el primer vuelo con biocombustible producido en España a partir de residuos. Durante los 65 minutos que duró el trayecto, el avión ahorró la emisión de un total de 1,4 toneladas de CO₂ a la atmósfera gracias al biojet almacenado en sus tanques de combustible y a la eficiencia de consumo energético de su diseño, uno de los más silenciosos y respetuosos del mundo con el medio ambiente.
Toda la planificación del vuelo IB426 fue sostenible de principio a fin. Antes de su despegue, Iberia utilizó para el repostaje del avión un vehículo de propulsión eléctrica de cero emisiones. También los equipajes de los pasajeros fueron transportados en vehículos electrificados. Incluso la aproximación del avión al aeropuerto bilbaíno fue verde, utilizando el capitán de la nave técnicas de navegación para mejorar la eficiencia en el consumo, alcanzando niveles óptimos de altura en las fases de ascenso y descenso.
El vuelo IB426 se convierte en el primero de España en cubrir una ruta regular impulsado por ‘biojet’ elaborado a partir de residuos
La génesis de este histórico vuelo, sin embargo, comenzaba varios meses antes de realizar el despegue. A mediados de julio de este año, Iberia y Repsol firmaban una alianza en favor de una movilidad más sostenible fundamentada en tres puntos básicos. El primero, la investigación y producción de combustibles sostenibles para aviación que fuesen capaces de reducir la huella de carbono. En segundo lugar, el desarrollo de procesos para el suministro de electricidad e hidrógeno renovable que permitan descarbonizar la flota de vehículos terrestres de Iberia. Por último, la gestión energética de las instalaciones de Iberia mediante sistemas avanzados de inteligencia artificial e instalaciones de autoconsumo.
Transporte aéreo sostenible
La experiencia del vuelo Madrid-Bilbao marca un punto de inflexión hacia un futuro en el que este tipo de iniciativas dejarán de ser noticia para convertirse en práctica cotidiana de Iberia en favor de la descarbonización de la economía. Un futuro en el que los viajes en avión se hagan cada vez más respetuosos con el planeta.
“Este vuelo es el punto inicial de una hoja de ruta que irá más allá de 2024″, indica Teresa Parejo, directora de sostenibilidad de Iberia. “La idea es definir varios vuelos –incluido alguno de largo radio– con combustibles sostenibles de aviación elaborados a partir de distintas tecnologías a medida que estas vayan estando disponibles. El calendario de vuelos se definirá en breve a medida que Repsol disponga de distintos lotes con tecnologías certificadas para ser usadas en los motores de nuestros aviones”.
La convergencia de los planes estratégicos de Iberia y Repsol comienza ya a hacer posible un transporte aéreo más sostenible en nuestro país. Por una parte, Repsol cuenta con un ambicioso plan estratégico para digitalizar todas sus plantas industriales y convertirlas en hubs multienergéticos capaces de generar biocombustibles aptos para la navegación aérea. Simultáneamente, la aerolínea española se ha comprometido a lograr cero emisiones netas en 2050. En este momento, su mayor aportación a este objetivo son sus aviones Airbus A320neo y A350, entre un 15% y un 25% más eficientes que otros modelos de capacidad similar. En este contexto, la estrategia de Iberia ha permitido reducir las emisiones por pasajero un 15% entre 2010 y 2019. Gracias al convenio con Repsol, la aerolínea se plantea como meta recortar las emisiones otro 5% adicional de aquí al año 2025.
“Uno de los aspectos más interesantes del combustible sostenible”, apunta Teresa Parejo, “es que puede emplearse en los mismos aviones, con los mismos motores y con la misma infraestructura aeroportuaria existente en la actualidad”. Según explica la responsable de sostenibilidad de Iberia, “estos combustibles sostenibles tienen exactamente las mismas propiedades del carburante convencional que se utiliza en los motores de reacción actuales. Con recursos de origen biológico o de origen sintético se consigue exactamente la misma composición que los fueles de aviación actual”.
El grupo IAG, continúa Teresa Parejo, “es el primer consorcio europeo de aerolíneas que se ha comprometido a que todas sus compañías (Iberia, British Airways, Aer Lingus, Vueling y Level), operen el 10% de sus vuelos con combustible de aviación sostenible para el año 2030″. Esta cuota, subraya la responsable de sostenibilidad, “supera los objetivos del 5% que establecen las directivas de la Unión Europea”.
IAG es el primer grupo aéreo internacional en haberse comprometido a operar el 10% de sus vuelos con combustibles sostenibles en 2030
En este proceso hacia una aviación más sostenible, IAG ha anunciado que adquirirá un millón de toneladas de biocombustible anuales. La decisión del grupo equivale a eliminar un millón de coches de las carreteras europeas cada año. Esta medida permitirá al grupo aéreo reducir las emisiones de carbono en dos millones de toneladas para 2030.
Este compromiso en favor de la sostenibilidad de Iberia también se extenderá de la compañía matriz a su cadena de proveedores. No en vano, ya en 2019, IAG fue el primer grupo aéreo internacional en anunciar su compromiso de cero emisiones netas cero para el año 2050.
Reciclar, electrificar y menor peso
El combustible utilizado en el vuelo precursor IB426 fue generado en el complejo industrial de Petronor a finales de agosto. Fue el primer lote de biojet generado con materia prima integrada en su totalidad por residuos, lo que contribuye a una economía circular, a base de transformar desechos industriales en productos de alto valor añadido.
La renovación de la flota de Iberia, la reducción del consumo de combustible en vuelo, la disminución de peso en el aire y la electrificación de vehículos en tierra forman parte de otros compromisos de la compañía hacia una mayor eficiencia de sus operaciones. Para garantizar una mayor sostenibilidad en sus viajes, Iberia se encuentra en plena carrera de digitalización de la experiencia de sus clientes, además de implementar soluciones para la gestión eficiente de residuos como la supresión a bordo de los plásticos de un solo uso y medidas como proyectos de reforestación para compensar la huella de carbono emitida.