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Negocio

Hazte estas seis preguntas antes de abrir tu segundo negocio

¿Qué riesgos hay? ¿Qué cambios afrontaré? Cuestiones para todo emprendedor que quiera embarcarse en una nueva aventura empresarial

ISTOCK

Probablemente te haya costado sacarlo adelante, pero una vez tienes en marcha tu primer negocio es muy habitual que te plantees lanzar un nuevo proyecto empresarial. Sin embargo, antes de tomar esta decisión es conveniente que te formules varias preguntas claves para saber si es una buena idea. Su éxito o fracaso puede depender de éstas.

¿Para qué quiero un segundo negocio?

"El tener más de un negocio es bueno y los emprendedores de raza son muy proclives a ello, ya que diversificar es muy positivo. Si te quedas parado, te puedes quedar anquilosado", asegura Ignacio Santamartina, director del Máster de Emprendimiento de EAE Business School.

Alberto Fernández, profesor de los departamentos de Contabilidad y Control y de Iniciativa Emprendedora del IESE, cree que antes de pensar en montar un nuevo negocio es imprescindible reflexionar sobre para qué quiero crecer: "Hay que estudiar las motivaciones para intentar que la decisión no termine en desastre". Por ejemplo, puede ser que nuestros clientes demanden más servicios o productos que podríamos ofrecer con un nuevo negocio.

Otro buen argumento, según Fernández, sería que nuestro negocio sea cíclico y requiera diversificar para diluir ese riesgo. "Esa diversificación puede ser de servicio o producto o incluso pensar en ofrecer lo mismo pero en otros países". Un ejemplo típico es el de la construcción, donde es bastante habitual que opten por añadir otras actividades o mercados según el momento del ciclo.

¿Cuándo es el momento de plantearse crecer?

"Si ves que tu negocio y los ingresos crecen y que poco a poco tu trabajo consigue un importante hueco en el mercado es cuando hay que pensar en dar el salto. Pero no es solo tener clientes, o salir a buscarlos, es dotar al negocio de una cartera continua y estable que te permita ese crecimiento y saldo constante", advierte Juan Luis González, profesor de ESIC y director general Orange3.

"Siempre es momento de crecer, este debe ser el leit motiv de cualquier emprendedor. No crecer supone muchas veces empezar a caer"

"Siempre es momento de crecer, éste debe ser el leitmotivde cualquier emprendedor", cree Ignacio Santamartina, "no crecer supone muchas veces empezar a caer. Estamos en un momento en el que todo va muy deprisa con lo que no nos queda otra que estar en la vanguardia y lo normal es tener una estrategia de crecimiento sostenible". Sin embargo, no cree que haya un baremo fijo para decidir cuándo hacerlo: "Cada negocio es muy distinto. Para unos llevar dos años en crecimiento será la señal y para otros, si el crecimiento avala el plan de negocio, estar en pérdidas puede no ser un impedimento".

¿Cuál es el principal riesgo al que me enfrento?

Para no fracasar en el intento, lo principal es lo que Santamartina denomina no perder el foco, "es ahí donde muchos proyectos tienen su talón de Aquiles". Aquí cobra relevancia el dicho Quien mucho abarca, poco aprieta.

Para Juan Luis González, el problema viene cuando "el crecimiento no es el adecuado o no está controlado", lo que conlleva, por ejemplo, perder el pulso diario del negocio que antes teníamos o el trato directo con los clientes, que pueden sentirse abandonados.

"Hay negocios más escalables que otros, y entornos que requieren un rápido crecimiento para sobrevivir. Ante el reto de crecer, lo que es vital es que nuestro negocio esté rodado y probado", de ahí que sea necesario "no perder de vista la misión y la estrategia para poder realizar las elecciones correctas a lo largo del camino. Tener estrategia es saber decir ‘no’", resume Joan Riera, profesor del departamento de estrategia y dirección general de ESADE, que es partidario de fijar una hoja de ruta, "algo importante para orientar a nuestros equipos y poder evaluar rendimiento y desvíos".

¿Tengo suficiente talento en el equipo o soy capaz de atraerlo?

Riera recuerda que "en el plano personal, crecer implica delegar. Estructurar de forma profesionalizada la organización con funciones, responsabilidades, sistemas de compensación coherentes y sistemas de supervisión, evaluación y desarrollo son aspectos muy importantes. El líder debe asumir que precisa personas de plena confianza que le acompañen en este viaje".

En ese sentido, para Alberto Fernández es imprescindible contar con talento para avanzar y, en su opinión, para retenerlo "hay que dar retos al equipo. Si hacen lo de siempre se desmotivan, incluso se pierde el incentivo de mejora salarial". Joan Riera piensa que atraer el mejor talento no siempre va ligado a los salarios o compensaciones más altos. De hecho, "compartir una visión o un sueño es un poder de atracción poderoso, pero debemos conocer qué perfil precisamos y debemos saber encontrarlo".

¿Tengo recursos financieros suficientes?

"Soy de los que cree que los negocios siempre deben asentarse desde el capital propio, pero en momentos de crecimiento o expansión, esto no es suficiente y es cuando debemos acudir a otras fuentes", asegura Juan Luis González, profesor del ESIC. Se refiere a la necesidad de contar con financiación externa suficiente para llevar a cabo nuestros proyectos. Cree que "buscar alianzas podría ser una forma de crecer sin tener que arriesgar en una primera fase todo el capital".

"Debe estar muy claro cuál va a ser el gasto mensual. Al menos hay que prever recursos para aguantar entre 6 y 12 meses"

Para lanzarse a un nuevo negocio es imprescindible "controlar muy bien las finanzas, en especial la tesorería. Entender las dinámicas de los flujos de caja (que nos llevan a necesitar más dinero cuanto más vendemos) es esencial para poder afrontar el crecimiento con garantías", advierte Joan Riera.

El experto en contabilidad y control del IESE resalta la importancia de contar con los recursos de caja suficientes para abordar la expansión. "En el plan de negocio debe estar muy claro cuál va a ser el gasto mensual, ya que una empresa tarda tiempo en conseguir ventas. Al menos hay que prever recursos para aguantar entre 6 y 12 meses". Durante ese tiempo, lo que genera nuestro primer negocio deberá hacer frente a las posibles pérdidas del segundo durante su periodo de asentamiento.

¿Qué grandes cambios tendré que afrontar?

Muchas veces montar un nuevo negocio supone pasar de ser autónomo a convertirse en empresa, una transformación que tiene ventajas e inconvenientes. El experto de ESIC Juan Luis González recuerda que convertirse en pyme puede hacer de "escudo" a nivel personal, ya que "no se asumen riesgos desde el punto de la responsabilidad". Efectivamente, a diferencia de lo que ocurre cuando uno es autónomo, el administrador de una empresa solo responde con su propio patrimonio en caso de una mala gestión.

También en el plano tributario los cambios son significativos. “Un autónomo, como persona física, tributa en IRPF, que es un impuesto progresivo, es decir que cuanto mayores son los ingresos mayor es el importe a pagar, y tiene una escala de gravamen que oscila entre el 19% y el 45%. Una pyme, en cambio, tributa en una escala fija del 25%”.

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