Formar en el presente para el mundo del futuro
La educación y la innovación son los pilares con los que Endesa trata de inculcar valores como el ahorro energético
Una olla exprés, una bicicleta o un imán. Objetos cotidianos que pueden servir para explicarle a un niño el funcionamiento de una central térmica, el ahorro de energía o cuál es el proceso que consigue que una bombilla se ilumine al pulsar un interruptor. Y no solo a los niños, sino a cualquiera que solo conozca conceptos como sostenibilidad y consumo inteligente de forma superficial. Endesa utiliza estos elementos y muchos otros para formar a la sociedad acerca de cómo realizar un uso más responsable de la energía.
Educación para un futuro eficiente y limpio
BORJA PRADO, PRESIDENTE DE ENDESA
La transición energética de un país no es un juego. El esfuerzo que hagamos hoy para la descarbonización de nuestras actividades marcará nuestro avance como sociedad en el futuro. Por eso, supone una idea revolucionaria el proyecto que, hace 10 años, Endesa presentó a la comunidad educativa: enseñar eficiencia energética jugando. Con Endesa Educa.
¿Qué es la cultura energética? ¿Se puede enseñar la eficiencia energética? ¿Vale la pena invertir en ello? Cuando estas cuestiones aún no estaban ni en el día a día de las empresas ni de las agendas mediáticas, Endesa decidió que era prioritario responderlas y ser proactivos en su difusión. Y como en esos años no había precedentes, Endesa innovó y creó el primer programa en España que ofrece a los centros docentes, gratuitamente, poder realizar actividades educativas y lúdicas relacionadas con la energía y la eficiencia.
El futuro energético del país no es ningún juego. Y, sin embargo, Endesa Educa ha constatado que, en el colegio, jugar para aprender es una gran fórmula. Hemos comprobado que no hay mejor forma de hablar a los niños de la necesidad de tener fuentes fiables y limpias para generar energía que ofrecerles herramientas para que ellos “hagan luz” con bicicletas, vapor o placas fotovoltaicas. Que conocer cómo funciona una central les hace comprender que el uso de la energía que hacen en sus hogares sí importa. Que animarles a saber cómo llega a nuestra casa la luz y el calor, y qué pasa cuando no hay viento o está nublado, es un buen camino para fomentar las futuras vocaciones científicas y técnicas. Que, para descarbonizar una economía, hay que saber lo que significa y conocer todas las fuentes de energía de las que disponemos.
Endesa Educa ha enseñado ya, en esta década, a millones de niños a reflexionar sobre el futuro que queremos construir. Y nos ha enseñado a nosotros que solo una sociedad bien informada, que sepa dónde buscar los datos correctos y que maneje argumentos fiables, está capacitada para encarar ese reto llamado transición energética en el que tanto nos jugamos todos.
Dicen que cultura es aquello que hacemos cuando no nos ven. Pues en cultura energética, Endesa lleva años trabajando, desde la innovación, por ese porvenir energético limpio, eficiente y sostenible que nos merecemos.
Todos estos elementos se exponen en la sala de actividades del programa Endesa Educa en Barcelona. Hay otra como esta en Mallorca, se va a inaugurar otra en Zaragoza y está en previsión otra más en Córdoba. Eva Hernández es la coordinadora del proyecto, que representa una de las patas más importantes de la Responsabilidad Social Corporativa de la compañía eléctrica. El programa nació en 2008, aunque la empresa ya había comenzado a realizar tareas de concienciación y formación en los años noventa. Su objetivo fundamental es fomentar un uso racional de la electricidad y promover la conciencia social sobre eficiencia energética. Solo en 2016 pasaron por él 45.681 alumnos de 658 centros de toda España.
“Realizamos tres tipos de actividades: formación en los colegios (un programa llamado Play Energy); visitas a nuestras propias sedes, y, con los cursos de bachillerato, acciones dentro de las centrales”, detalla Hernández. No hay que confundir este proyecto con simples visitas escolares. “Esto no es un modelo de clase magistral en el que nosotros explicamos y ellos escuchan. El objetivo es que sean ellos los que descubran con sus propias manos, los que experimenten mientras nosotros les acompañamos en ese aprendizaje”, añade. El plan de actividades lo diseña un equipo de pedagogos, asesores y expertos en educación que se basan en gran medida en la opinión de profesores y alumnos. “Cada año innovamos, aunque hay cosas que se mantienen en el tiempo porque funcionan muy bien”, detalla Hernández.
Aportar herramientas
Endesa Educa es uno de los principales estandartes de una empresa que se ha marcado la educación, el desarrollo económico y el desarrollo sostenible como sus líneas maestras. “Hace tiempo que Endesa dejó de predicar para pasar a aportar herramientas a la ciudadanía para que ellos mismos decidan y sean conscientes. Términos como cambio climático y sostenibilidad están más que asumidos. Ahora toca la próxima fase”, explica en conversación telefónica Carlos Gómez-Múgica, director general de la Fundación Endesa, el paraguas bajo el que se agrupan todos los proyectos sociales de la compañía.
La fundación nació en 1998 con el objetivo en su origen de iluminar el patrimonio histórico artístico español (su último proyecto ha sido dar luz a Medina Azahara, en Córdoba). La realidad española cada vez ha exigido mayor implicación social y ellos han respondido con un abanico de programas que ha crecido con los años y en los que la formación y la innovación son las protagonistas. El porqué de este camino lo argumenta el director: “Elegimos centrarnos en la educación porque allí es donde se gesta el cambio real; todo lo demás son soluciones rápidas a corto plazo. Nosotros creemos realmente en el objetivo de dejar de dejar de emitir CO2 por completo en 2050”.
Hay varios ejemplos del apoyo de Endesa en el sistema educativo. El organismo colabora de forma fundamental con El País de los Estudiantes, el programa juvenil de EL PAÍS, que acaba de alcanzar su decimosexta edición. Hace tres años lanzaron, en colaboración con la entidad educativa SAFA, el programa School&Talent con el que ayudan a estudiantes con altas capacidades y con pocos recursos (en 2016 participaron 1.381 alumnos). “No queremos que estas personas extraordinarias abandonen los estudios a los 16 años”, apunta Gómez-Múgica. En 2016, la entidad lanzó a escala nacional los premios a la Ecoinnovación Educativa, con el que invita a los centros a presentar ideas para promover la cultura ecológica.
La formación no se queda en las aulas, sino que abarca un espectro más amplio. La fundación organiza cursos de aprendizaje sobre materia medioambiental para el profesorado en el lago artificial de As Pontes, construido por Endesa en esta localidad coruñesa en 2012 y que es el más grande de España. La enseñanza sobre ahorro energético también llega a los hogares. En 2016, Endesa y la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecoedes) pusieron en marcha un proyecto de formación a familias en situación de pobreza en Barcelona y en Zaragoza. En 2017 se ha extendido a cinco ciudades. Son los propios empleados de Endesa los que enseñan de forma voluntaria a las familias sobre el consumo eficiente.
Se huele el entusiasmo de Gómez-Múgica al hablar de uno de los proyectos más ambiciosos diseñados por la fundación y que verá la luz a principios de 2018. Se trata de un punto de encuentro de desempleados mayores de 50 años, un colectivo especialmente vulnerable a los efectos de la crisis. “A través de acuerdos con otros organismos y empresas vamos a aportarles nuevos conocimientos a la vez que les ponemos en contacto con entidades que pueden necesitar de su experiencia”, explica el director de la fundación. El objetivo es crear una plataforma que mejore la empleabilidad de este sector de la población. Los contenidos ya están prácticamente definidos y en este momento toca ultimar la tecnología con la que funcionará el proyecto. “El primer paso cuando el usuario de esta plataforma acceda será la autoevaluación, lo que le hará ser consciente de las carencias, pero también de los puntos fuertes”, señala Gómez-Múgica.
El espectro de acciones es amplio, el fin está claro: “Esto no es una utopía, estamos educando en eficiencia energética porque así es el mundo que nos imaginamos. Y este cambio será palpable en los próximos años”.
Los datos
El presupuesto de la Fundación Endesa ha rozado los tres millones de euros en 2017, de los que ha dedicado un 35% a formación para el empleo y un 32% a educación
Desde 2011 ha formado laboralmente a más de mil personas, en colaboración con
5 socios: Fundación Integra, Cáritas, Norte Joven, Padre Pulgar, Ayudando.com
En 2017 se han impartido cursos a 40 profesores de la zona de As Pontes (A Coruña) que a su vez formarán a 800 alumnos
125 hogares han participado en el programa de aprendizaje sobre eficiencia energética, lo que se traduce en 1.140 personas
El programa para jóvenes emprendedores nació en 2016 y prevé crear hasta 2019 300 nuevos negocios con 500 puestos de trabajo, mediante la formación de 1.188 jóvenes
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