El misterio del testamento de José María Ruiz-Mateos
El notario Pérez Baudín publica un anuncio en el BOE comunicando la existencia de "un testamento cerrado" del empresario, fórmula ya utilizada por la duquesa de Alba
José María Ruiz-Mateos murió el 7 de septiembre sin casi bienes a su nombre, rodeado de reclamaciones judiciales y de acusaciones de insolvencia punible y fraude a la Hacienda pública, causas en las que están implicados varios de sus hijos. Hoy un notario busca localizar a todos sus familiares para abrir su testamento cerrado, del que nadie sabía nada. Se llama Carlos Pérez Baudín. Ha publicado el anuncio de la existencia del documento en el BOE y el tablón de anuncios del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). A la cita le rodea tanto misterio como preguntas. ¿Es el último testamento del empresario? ¿Revelará cuentas fabulosas y desconocidas? ¿Por qué, teniendo cuentas pendientes con la justicia, puede abrirse en la privacidad de una notaría y no ante un juez que lo custodie y que redistribuyera hipotéticos fondos entre los afectados por los pagarés de Nueva Rumasa?
"Lo interesante es que esto antes era un trámite que gestionaba un juez", explicó una fuente conocedora de los cambios en la Ley de jurisdicción voluntaria, que entró en vigor en julio y afectó a la Ley del notariado y a dos artículos del Código civil. "Ahora, todo se hace ante notario. Este cita a los familiares, les entrega el testamento cerrado, y son estos quienes tienen que abrirlo ante otro notario", continuó sobre la esposa, 13 hijos y 52 nietos del fallecido. "¿Qué hay en ese testamento? ¿Cuentas en Suiza? ¿En las Bahamas? ¿Nada? Si yo fuera el juez, se lo pediría al notario", añadió. "Que el trámite se haga ahora ante notario tiene indudables ventajas, porque es mucho más rápido y no hay merma de seguridad. Además los notarios tienen obligación de colaboración activa con las autoridades de blanqueo y las fiscales, por lo que estas autoridades lo tienen más fácil ahora que antes", siguió. "Lo que ocurre es que en este caso tan especial sería lógico que el juez penal que lleva estos asuntos se lo solicitase al notario cuanto antes por si pudiera ser relevante para las causas que lleva. No sea que ocurra un “accidente".
El empresario, fallecido con 84 años, tenía más de 50 procedimientos judiciales abiertos contra él. La Audiencia Nacional había decretado el embargo de todos sus bienes. En febrero fue condenado a pagar 92 millones de euros a los acreedores de la sociedad José María Ruiz-Mateos, principal emisor de los pagarés de Nueva Rumasa. El juez llegó a ordenar su ingreso en prisión el pasado 18 de junio, aunque fue ingresado en un hospital por los graves problemas de salud que arrastraba desde hace tiempo.
Los efectos de los cambios legales se observan por comparación. Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, falleció en noviembre de 2014, a los 88 años. Ella también dejó un testamento cerrado. Como la nueva Ley de jurisdicción civil todavía no había entrado en vigor, el notario se presentó en los juzgados de la plaza de Castilla al conocer su muerte. Allí le atendieron la secretaria general y el decano, el magistrado Antonio Viejo. El sobre con el testamento, ya con la mediación de un funcionario, llegó al Juzgado de Primera Instancia 81 de Madrid, que se encargó de localizar a los testigos que habían presenciado la firma del documento (1973) antes de abrirlo.
Eso no ocurrirá en el caso de Ruiz-Mateos. El misterio de su testamento se desvelará entre familiares y sin jueces que custodien el documento de por medio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.