Sindicato opositor argentino advierte de nuevos paros, pero "no inmediatos"
El sindicalista argentino Hugo Moyano, líder del ala opositora de la Confederación General del Trabajo (CGT), advirtió hoy de que, si el Gobierno de Cristina Fernández "no escucha" las demandas de los gremios, "las huelgas generales pueden seguir", aunque "no de forma inmediata".
En una entrevista al diario "Clarín", Moyano, antiguo aliado del oficialismo y ahora su acérrimo rival, aclaró que el sindicalismo "tiene que tener la enorme responsabilidad de saber cómo y cuándo" poner en marcha nuevos paros como el del pasado jueves al que, según la CGT, se adhirió más de un millón de trabajadores.
Se refirió a los otros gremios opositores que estarían de acuerdo con convocar nuevas medidas de fuerza en un plazo corto de tiempo y recordó que él y la CGT fueron los principales impulsores de la última huelga general, "que ha dado buenos resultados hasta ahora".
Moyano subrayó el éxito del paro del jueves, que, precisó, reunió "hasta a fanáticos" del Gobierno de Fernández que están "desencantados" con su actual gestión.
El sindicalista criticó también el cambio de actitud del Ejecutivo con respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI), tras la participación del ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, en la reunión del organismo en Washington.
"Si el ministro Kicillof va a recibir órdenes del Fondo Monetario Internacional y se adoptan sus recetas ortodoxas, la cosa se va a complicar", dijo Moyano sobre la intención del Gobierno de mejorar las relaciones con el FMI para destrabar las negociaciones por la deuda con el Club de París y abrir las puertas al crédito internacional.
Los sindicatos opositores paralizaron el pasado jueves Argentina con una huelga general que bloqueó el transporte y constituyó una demostración de fuerza frente al Gobierno de Fernández, abocado a frenar la inflación e inmerso en una senda de ajustes que alimenta el descontento social.
Organizada por tres centrales sindicales opositoras, la protesta logró paralizar aeropuertos, puertos, ferrocarriles y transporte urbano y suburbano, así como los servicios de recogida de basuras y abastecimiento de combustible.
Aunque Fernández no tuvo ninguna huelga general en su contra durante su primer mandato (2007-2011), en su segunda y última etapa al frente de la Casa Rosada ha aumentado sensiblemente la conflictividad.
En noviembre de 2012, los sindicatos, encabezados por Moyano, convocaron la primera huelga general contra su Gobierno, que a finales del pasado año vio cómo se multiplicaban las protestas con un paro inédito en la policía y hace unas semanas tuvo que mediar en un conflicto docente que afectó a tres millones de alumnos.
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