Obama retoma su campaña para que Congreso apruebe aumento del salario mínimo
El presidente estadounidense, Barack Obama, retomó hoy su campaña para convencer al Congreso de que apruebe elevar el salario mínimo a 10,10 dólares la hora con una visita al estado de Connecticut, donde estuvo acompañado por varios gobernadores estatales que apoyan su propuesta.
"Nadie que trabaje a tiempo completo debería tener que criar a su familia en la pobreza. Eso viola el sentido básico de lo que somos. Y por eso es el momento de dar a Estados Unidos un aumento de sueldo", declaró Obama en un discurso en la Universidad Estatal del Centro de Connecticut (CCSU) ante unas 3.000 personas.
Los estadounidenses que trabajan duro día tras día "se merecen un pago decente", añadió entre los aplausos.
Por ello, según Obama, los miembros del Congreso están ante dos opciones muy claras: "aumentar" los sueldos de los trabajadores o dejar "que se estanquen aún más".
El presidente recordó que ya hace más de un año que está pidiendo al Congreso que eleve el salario mínimo, actualmente en 7,25 dólares la hora, y que desde entonces seis estados, incluido Connecticut, han aprobado leyes al respecto en sus territorios.
De hecho, los gobernadores demócratas de Connecticut, Dannel Malloy; Rhode Island, Lincoln Chafee; Massachusetts, Deval Patrick, y Vermont, Peter Shumlin, estuvieron hoy al lado de Obama en el acto en la CCSU para mostrar su respaldo al aumento del salario mínimo.
Obama enfatizó que todos ellos están "peleando" al respecto y han formado "una coalición regional" para elevar el salario mínimo en los estados del noreste del país.
Asimismo, el presidente volvió a pedir a los líderes empresariales de EE.UU. que incrementen por su cuenta los sueldos de sus trabajadores, porque "es una manera inteligente de aumentar la productividad" y de "inculcar lealtad".
El aumento que la Casa Blanca propone "sacaría inmediatamente a millones de personas de la pobreza", remarcó Obama.
No obstante, el mandatario no citó un reciente informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, en inglés), una entidad independiente, que sostiene que elevar el salario mínimo a 10,10 dólares la hora a partir de 2016 reduciría el empleo en unos 500.000 trabajadores.
Según Obama, la mayoría de los estadounidenses aprueba elevar el salario mínimo y casi los únicos que se oponen son los republicanos en el Congreso.
En respuesta al discurso del mandatario, un portavoz del líder republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, insistió en que está "fuera de discusión" el hecho de que elevar el salario mínimo "destruirá empleos para aquellos que más los necesitan".
Antes de participar en el acto organizado en la universidad, Obama, los cuatro gobernadores demócratas y el secretario de Trabajo, Thomas Pérez, comieron en el Café Beauregard, un local cercano que paga a sus empleados por encima del salario mínimo.
El pasado 12 de febrero Obama firmó un decreto para subir el salario mínimo a 10,10 dólares la hora a algunos empleados federales y presionar así al Congreso a que siga el ejemplo.
Ese aumento afectará a los contratos con el Gobierno federal que se firmen a partir del 1 de enero de 2015, tanto los nuevos como las renovaciones.
Entre los beneficiados están enfermeros que cuidan de los veteranos de guerra en los centros de asistencia gubernamentales, cocineros que trabajan para las Fuerzas Armadas o empleados de la red de Parques Nacionales.
Obama prometió a principios de año que, si el Congreso no aprueba leyes para "restaurar una economía que funcione para todos", él adoptará por decreto medidas unilaterales en los ámbitos donde sea posible.
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