Las instalaciones petroleras venezolanas están en "máxima alerta", dice ministro

Las instalaciones petroleras de Venezuela se encuentran en "máxima alerta" tras la denuncia sobre el presunto hallazgo de mapas de la industria petrolera en poder de una persona que visitaba al detenido líder opositor Leopoldo López, dijo hoy el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.

"Estamos en alerta máxima" después de que el presidente, Nicolás Maduro, proporcionó "esa información muy grave", pero "no serán estos grupetes fascistas los que paren la industria", remarcó Ramírez en una rueda de prensa.

Maduro dijo anoche que "se le retiró a una persona que estaba visitando" a López "unos mapas de toda la industria petrolera: oleoductos, gaseoductos, refinerías, campos petroleras, la Faja Petrolífera del Orinoco".

"Hemos puesto en alerta todas nuestras instalaciones" luego de que "fuimos directamente instruidos por el presidente" en ese sentido y debido a la "cantidad de información que se ha ubicado en manos" de esta persona no identificada que forma parte de "estos sectores que recurren a la violencia", añadió Ramírez.

Están "movilizados" los obreros de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y también la Fuerza Armada, porque seguidores de los dirigentes de oposición acusados de promover violencia "han intentado" afectar al sector "y nosotros lo hemos evitado", subrayó Ramírez sin ofrecer detalles de ello.

"Estamos en alerta, pero trabajando. Tampoco nosotros vamos a dejarnos llevar a una dinámica de caos. Todo está en absoluta normalidad, todo está operando perfectamente, todo se está despachando perfectamente, todos los suministros internacionales, nuestra producción; la industria petrolera está en calma", remarcó.

López se encuentra en una prisión militar próxima a Caracas desde el pasado 18 de febrero, cuando se entregó luego de ser acusado de varios delitos, entre ellos, asociación para delinquir e instigación.

El Gobierno considera a López instigador de la violencia que se produjo después de una manifestación pacífica el 12 de febrero en la que los opositores exigieron la salida del Gobierno, en el marco de la Constitución.

La manifestación degeneró ese día en actos de violencia contra edificios y bienes públicos y se produjo la muerte de tres jóvenes, por lo que están detenidos tres agentes del Servicio de Inteligencia (Sebin).

La decisión de reclamar "la salida" de Maduro abrió un distanciamiento entre López y otros dirigentes opositores, de una parte, y la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) y el excandidato presidencial Henrique Capriles, de otra.

Estos últimos han exigido que las protestas opositoras se centren en los problemas del país, y Capriles llegó a tildar de "gran error" la llamada a pedir el final del Gobierno de Maduro.