Bloqueos de carreteras por la huelga campesina siguen en el sur de Colombia

Varios departamentos del sur de Colombia siguen hoy con bloqueos de carreteras y con sus capitales desabastecidas cuando se cumplen dos semanas de la huelga nacional del sector agrario y en algunas regiones se espera que la solución del conflicto tras la negociación con el Gobierno.

La situación más grave se vive en Florencia, la capital del departamento de Caquetá, donde unos 7.000 campesinos bloquean desde hace ocho días las tres carreteras nacionales que unen esa ciudad con las regiones vecinas y con el resto del país.

Además, las dos únicas compañías aéreas que vuelan a Florencia -Santena y Avianca- han cancelado sus operaciones desde la semana pasada y tan solo la Fuerza Aérea llega por esa vía a la ciudad, que sufre una situación de desabastecimiento y encarecimiento de los productos básicos.

El secretario de Gobierno de Florencia, Eduardo Manjarrés, dijo en declaraciones a RCN Radio que la Alcaldía "ha estado muy pendiente de que el Gobierno escuche a los campesinos, pero hasta el momento no ha habido respuesta".

"Ellos han manifestado que, si no hay respuesta del Gobierno seguirán los bloqueos", agregó Manjarrés.

El gobernador del vecino departamento del Huila, Carlos Mauricio Iriarte, denunció hoy que su región se encuentra "aislada" del resto del país por movilizaciones protagonizadas, principalmente, por cafeteros.

Los municipios más afectados en el departamento son los de Garzón, Pitalito y La Plata, donde ya no hay suministro de gas natural y escasean los alimentos.

Finalmente, en el Putumayo, sigue bloqueada la capital, Mocoa, y las principales carreteras en la zona de Villagarzón, Puerto Asís y el Puente Internacional que comunica con Ecuador.

Estos bloqueos imposibilitan el transporte entre las tres capitales, Florencia, Mocoa y Neiva.

El domingo, el Gobierno alcanzó los primeros acuerdos con los indígenas de Nariño, en el suroeste, que desbloquearon las vías que mantenían cerradas desde el 19 de agosto, mientras que los de Arauca, en el noreste, hicieron hoy lo propio para iniciar negociaciones.

La huelga campesina tuvo su mayor impacto la semana pasada en los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, donde los bloqueos de vías que mantenían aislados a numerosos pueblos y ciudades se levantaron gracias aun primer acuerdo alcanzado el viernes con el Gobierno.