José Luis Rodríguez comenta que "el fútbol tiene que ser creíble, solvente y sostenible"

El delegado especial de la Agencia Tributaria en Galicia, José Luis Rodríguez Díaz, explicó hoy en la Universidad de Santiago de Compostela que "el fútbol tiene que ser creíble, solvente y sostenible en el tiempo".

Después de haber comentado la situación actual del deporte nacional, en particular del fútbol profesional, Rodríguez Díaz repasó los movimientos estatales para contribuir a mejorar los problemas económicos que han surgido en los últimos años.

"El 25 de abril de 2012 se firmó un protocolo entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Comité Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional para subsanar la deuda existente con las administraciones públicas, especialmente con la Agencia Tributaria", señaló.

En este acuerdo se limita "el coste de la plantilla deportiva de cada club" y se establecen otra serie de medidas para evitar "el embargo al que ha tenido que recurrir la administración", aunque en otras ocasiones también ha "facilitado y aplazado el pago", precisó.

Rodríguez se mostró crítico con que "los clubes no tienen activos tangibles" y aseguró que cuando Hacienda tiene que actuar para cobrar lo que se le debe tiene que recurrir a "derechos audiovisuales, derechos federativos, ayuda del descenso, quinielas e ingresos generados de acuerdos de patrocinio".

Sin embargo, también reconoció que "una gran parte de la deuda con el fisco, más del 50 por ciento, está en concurso de acreedores", por eso se vigila de manera especial "el proceso concursal, si la AEAT se ve afectada por un convenio contrario a los intereses públicos no firmará un acuerdo singular".

"Asumen deudas como si no hubiera que pagarlas y gastan sin tener ingresos, dejan la deuda tributaria para el último lugar, pensando que como somos todos hace menos daño y en realidad lo que pasa es que nos hace daño a todos", argumentó.

En ese sentido apuntó a que "es preciso cambiar la forma de gestionar los clubes" porque "el objetivo es cancelar la deuda acumulada y no generar una nueva", para lo que son necesarios proyectos "creíbles, solventes y sostenibles en el tiempo", concluyó.