El cava extremeño cruza el charco y penetra en el mercado de Estados Unidos
Así, al menos lo piensa uno de los creadores del cava en Almendralejo, único municipio extremeño donde se elabora, Aniceto Mesías, que junto a Marcelino Díaz y Pablo Juárez, enólogos y empresarios, se juntaron allá por la década de los 80 y decidieron elaborar el primer cava extremeño, con uva extremeña y producido en las bodegas locales.
Este producto fue inscrito en la denominación de origen cava en 1983, como cava "Vía de la Plata", pero más tarde daría paso a distintos cavas, como el Bonaval, una vez que las carreras empresariales de cada uno de ellos se separó, según recuerda Mesías en una entrevista con Efe.
Antes de esta inscripción se vieron obligados a pleitear, para finalmente ganar en los tribunales, lo que les permite seguir llevando el nombre de cava, a pesar de no ser territorio catalán y de producirse en una tierra tan alejada y tan distinta climatológicamente.
Las bodegas crecieron y ahora ya son cuatro las que elaboran en Almendralejo cava: "Vía de la Plata", "Romale", "Bonaval" y "Marcelino Díaz".
Ahora, con el cava extremeño cada vez más apreciado en otros países, ya se vende en lugares como Alemania o Bélgica, intenta hacerse un hueco en Estados Unidos, donde hay un consumidor acostumbrado a pagar el precio de un cava artesanal.
El primero que lo ha conseguido ha sido Bodegas Romale, la última que ha sacado cava extremeño al mercado, que este año ha mandado su primer pedido a Estados Unidos, gracias al que también están logrando introducir sus otros vinos, según ha explicado a Efe su propietario Diego Nieto.
En su opinión, "el cava extremeño se está convirtiendo en el buque insignia de los vinos de la tierra", como ha sucedido en Estados Unidos, donde su cava le ha abierto las puertas a los vinos crianzas y reservas.
A pesar de ello, el cava extremeño sigue vendiendo la mayor parte de su producción, casi el 90 por ciento, en el mercado nacional, sobre todo, en la zona norte, País Vasco, Cantabria o Galicia, además de Madrid y, por supuesto, en Extremadura.
Fundamentalmente tiene su mejor clientela entre los restaurantes de cierto nivel, según Mesías, ya que el cava extremeño está elaborado de forma artesanal, "y es la apuesta por la calidad, por el cava artesanal y por el cuidado en su elaboración" lo que ha hecho que se haya hecho un hueco en el mercado nacional compitiendo con Cataluña.
Mesías cree que no sería posible competir con el cava de Cataluña, donde sólo dos empresas producen millones de botellas y la mayor parte de la producción nacional, a un precio tan bajo con los que no se pueden obtener beneficios con producciones escasas.
Por ello, antes de entrar en esa guerra de precios, en la que es imposible competir con grandes empresas, donde el margen de beneficio puede ser muy pequeño ante tamaña producción, cree que lo importante es buscar la calidad.
En el extranjero, donde saben apreciar el cava artesanal, el extremeño sale casi por la mitad de precio que el artesano catalán, ha explicado.
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