China y África cierran el foro con un plan de acción hasta el 2015
El ministro chino de Exteriores, Yang Jiechi y sus homólogos de Sudáfrica y Egipto, Maite Nkoana-Mashabane y Mohamed Kamel Amr, respectivamente, fueron los encargados de dar por finalizado el foro, que comenzó ayer, en una breve rueda de prensa.
Ni Yang ni sus compañeros de estrado ofrecieron más detalles del plan, y tan sólo concluyeron que la cumbre "fue un éxito" y que han sido dos intensos días de reuniones bilaterales.
"En total, ha habido 20", dijo Yang, quien aseguró que, con una representación de 51 países africanos, este Foro ha sido el de más participación desde que arrancó en 2000.
Entre esas reuniones están las del presidente chino, Hu Jintao, son sus homólogos de Sudáfrica, Guinea Ecuatorial, Benin, Yibuti, Costa de Marfil, Níger, y los primeros ministros de Kenia y Cabo Verde.
Así, lo más destacable del FOCAC fue la línea de crédito de 20.000 millones de dólares al continente africano que el presidente chino anunció ayer durante su discurso de apertura.
Gabriel Nguema, ministro de Minas de Guinea Ecuatorial, dijo hoy a Efe que las naciones interesadas en recibir la financiación "tendrán que presentar sus proyectos" a la potencia asiática, y que su país se va a presentar.
El régimen comunista se afanó estos días en negar que las líneas de crédito vayan condicionadas a la concesión de licencias de explotación de recursos o permisos de construcción a China.
"Desde 1950, China ha provisto de mucho material y capital libre a África. Y ahora es su responsabilidad ayudar como uno de los principales países del mundo", dijo hoy a Efe Zhi Bin Li, vicedirector de cooperación del Ministerio de Comercio chino.
Máximas como el respeto mutuo y la no injerencia también fueron repetidas con insistencia, alejando el "fantasma" de la neocolonización que se critica China ejerce en África.
"Yo sólo veo relaciones de igual a igual", dijo hoy el presidente nigerino, Mahamadu Issufu.
El tono más crítico lo puso el próximo anfitrión del FOCAC en 2015, el presidente sudafricano, Jacob Zuma.
Durante un discurso en la ceremonia de apertura, Zuma aseguró que "la naturaleza desequilibrada de las relaciones de África con China es insostenible en el largo plazo".
"La pasada experiencia económica de África con Europa dicta que seamos cautos".
Su alocución, que levantó ampollas entre la diplomacia europea, constató la demanda soterrada de África a China: más calidad en los productos exportados, menos aranceles y mano de obra local en los proyectos en suelo africano.
Así lo transmitieron varios asistentes africanos la víspera del foro, peticiones que no volvieron a la palestra tras el anuncio de los 20.000 millones de dólares.
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