Dos directivos de Ford se embolsan 100 millones de dólares

Que Ford Motor es una de las niñas mimadas de Wall Street, no es un secreto. Y que Alan Mulally y Bill Ford son dos de los ejecutivos más reconocidos en el mundo corporativo, tampoco. Pero a más de uno sorprendió en el parqué saber que los dos responsables de la automovilística estadounidense recibirá un premio de casi 100 millones de dólares por sus servicios (unos 71 millones de euros).

Antes de pagar impuestos, el heredero de los Ford fue premiado por el consejo de administración del grupo con una paga de 42,4 millones de dólares en acciones de la compañía. En el caso del consejero delegado, la prima será de 56,5 millones. Es, como dicen los comentaristas del sector de la automoción, una de las pagas más altas concedidas en la historia industria.

A algunos en Wall Street puede que no sorprenda el premio. Pero en un clima económico aún incierto, un sector aún tocado por la recesión y una tasa de paro que ronda el 9%, muchos se preguntan si no es demasiado. Vaya por delante, si no que se lo pregunten a los empleados de Ford Motor, que Mulally fue capaz de sortear la crisis sin tener que solicitar ayudas públicas.

Tampoco tuvo que pasar por el taller de la suspensión de pagos como General Motors y Chrysler, sus dos hermanas de Detroit. Y eso lo reconocen también los inversores de la compañía, que han visto como sus acciones se multiplicaron casi por diez en tres años. Para el estadounidense de a pie y los gestores de los concesionarios, sin embargo, si que parecerá un exceso.

Como recuerdan en Ford Motor, sus principales ejecutivos ya sacrificaron sus sueldos durante el peor momento de la crisis. La compañía, que detalló al regulador bursátil en EE UU el paquete de compensación a sus ejecutivos, cerró 2011 con los mejores resultados en más de una década. Mulally fue fichado en 2006. Ese año Ford pedía 12.600 millones.

John Stoll, portavoz de Ford Motor, insiste que la remuneración a sus ejecutivos se corresponde al rendimiento de la compañía y al valor a largo plazo para los accionistas. Los títulos de la segunda automovilística estadounidense alcanzaron en enero los 18,79 dólares, su máximo en cinco años. Ahora cotizan cerca de los 14 dólares, en parte por el alza del crudo.