El Ibex 35 crece un 2% impulsado por la satisfactoria emisión de deuda griega
El selectivo español lidera las subidas de las principales bolsas europeas, solo superado por la de Grecia.- La buena acogida de los inversores supone un balón de oxígeno para la república helénica
La primera emisión de deuda de Grecia desde que se pusiera en marcha el fondo de rescate de 110.000 millones de euros de la UE y el FMI, ha sentado bien en las principales bolsas del continente. Tras la subida del 2,6% del selectivo heleno, el Ibex 35 ha sido el más beneficiado, creciendo un 2% que le sitúa en 10.259,5 puntos. Además, el diferencial del bono español a diez años con respecto al bund alemán ha bajado de los 200 pùntos básicos.
La noticia de la colocación de 1.625 millones de euros por parte de Grecia hizo que el parqué madrileño, que empezó la jornada con ligeras subidas, comenzara a dispararse coincidiendo con la apertura también alcista de Wall Street. Ésta se producía merced al inicio de la temporada de resultados y a que los de la compañía Alcoa fueran más favorables de lo que los inversores esperaban. Al cierre, los principales indicadores europeos marcaban fuertes repuntes: igualando al Ibex, Londres subía un 2%, Paris lo hacía un 1,96% y Francfort un 1,87%. Lisboa, en cambio, avanzaba solo un escaso 0,1%, lastrada por la rebaja de rating emitida por la agencia de calificación Moody?s sobre su deuda soberana.
Los principales ascensos del mercado español correspondieron a OHL (+4,15%) y Ferrovial (+3,13%), Bankinter (+2,89%), Inditex (+2,85%), Telecinco (+2,81%), BBVA (+2,75%), ArcelorMittal (+2,70%), Banco Santander (+2,47%), Banesto (+2,40%), Banco Popular (+2,21%), Iberdrola (+1,97%), Banco Sabadell (+1,77%) y Telefónica (+1,52%).
Balón de oxígeno para Grecia
Puede calificarse de éxito relativo la primera operación de deuda greiga desde que se puso en marcha el plan de rescate . Así, si por un lado la demanda ha más que triplicado la oferta, el interés que ha tenido que ofrecer Atenas para colocar sus títulos ha vuelto a aumentar del 4,55% de abril al 4,65%. En total, ha captado 1.625 millones, por encima del objetivo máximo de 1.250 millones, aunque al final ha optado por emitir solo letras a seis meses en lugar de combinarlas con títulos a un año, como estaba previsto.
La razón de esta decisión es que Grecia no quiere abonar el sobrecoste de las letras a un año. En el mercado secundario, estos bonos se intercambian con un interés del 6,33%, por encima del 5% que debe pagar la República helénica por el primer tramo del macrocrédito de urgencia que le ha dado la UE para no tener problemas con los vencimientos de su deuda. Los compradores de la operación de hoy han sido, mayoritariamente, fondos extranjeros.
Al menos, Atenas ha podido alcanzar sus objetivos, ya que en la última emisión que realizó en abril antes de recibir los fondos europeos cortó la operación antes de tiempo tras colocar apenas 780 millones. Aquella subasta, que tuvo lugar en pleno desbordamiento de la crisis fiscal del país vio como el interés demandado por las letras griegas a un año se disparaba desde el 1,38% que marcó en enero hasta el 4,55%, un nivel similar a lo que le cuesta a España colocar sus bonos a 10 años, por el temor de los inversores a que se viese obligado a suspender pagos. Y la asunción de riesgos se cobra.
Según los analistas citados por Bloomberg, la alta demanda de hoy, que ha arrojado una ratio de cobertura de 3,64 títulos solicitados por cada uno colocado, demuestra que Grecia conserva la posibilidad de acudir al mercado para captar fondos y no depender de forma exclusiva del rescate de sus socios europeos durante sus tres años de vigencia. En las próximas semanas, Atenas tiene compromisos de pago por valor de 4.500 millones de euros y, según informes del Fondo Monetario Internacional, no puede hacerles frente solo con el dinero de la UE.
Los ministros de Economía de la eurozona acordaron en mayo activar el plan de rescate para evitar la quiebra de Grecia, al que dotaron con hasta 110.000 millones, de los que 80.000 millones corresponden a préstamos bilaterales de los países que comparten la moneda única a un tipo de interés del 5%, mientras que el resto lo aportará el FMI. Para este año, la asistencia de la eurozona será de 30.000 millones de euros, tal y como ya se anunció el pasado 11 de abril. El plan de rescate incluye además una reserva de 10.000 millones de euros para estabilizar el sector bancario griego y evitar bancarrotas.
A cambio de estas ayudas, el Gobierno de Atenas se ha comprometido a un draconiano plan de ajuste fiscal y reformas estructurales que tiene como objetivo reducir el déficit público del 13,6% del PIB registrado en 2009 al 3% en 2014.
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