Los consejos de administración de las cajas BBK y Kutxa aprueban la fusión
Las cajas de Castilla León ponen en marcha por primera vez España una "sociedad contractual". -Fernández Ordóñez augura más operaciones de concertación
Los consejos de administración de BBK y Kutxa han aprobado el proyecto de fusión de ambas entidades, ha informado hoy la primera caja de ahorros a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La operación se llevará a cabo mediante la extinción de ambas entidades y la simultánea creación de una nueva entidad, que se denominará Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Euskadi (Euskadiko Aurrezki Kutxa Eta Bahitetxea).
Sin embargo, la fusión de las cajas vascas, que se suma a la confirmación de una unión bajo la figura de "grupo contractual" de sus homólogas en Castilla y León no serán las únicas. Según ha asegurado hoy el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el futuro del sector pasa por las fusiones financieras, si bien no se ha referido a ellos con ese nombre, sino que ha hablado de "procesos de consolidación bancaria".
Volviendo a las cajas vascas, a la entidad resultante de la fusión se trasmitirá sin liquidación y a título universal la totalidad de los derechos, expectativas, obligaciones, responsabilidades y cargas de ambas entidades, con carácter general y sin reserva ni limitación alguna. No obstante, la operación estará sujeta a la obtención de las autorizaciones administrativas pertinentes que, en su caso, fueran necesarias por parte de los organismos e instituciones competentes. También se deberá someter a votación por parte de la Asamblea General, que puede ser un trámite más complicado que el del consejo
Asimismo, el órgano de dirección de las cajas vascas también ha respaldado el informe que establece la "normativa aplicable", así como "la explicación y justificación detallada de los aspectos jurídicos y económicos de la fusión y su "participación, viabilidad del proyecto, nueva estructura técnica, financiera y administrativa". Además, el nuevo programa estratégico de la entidad resultante confirma la integración de las plantillas laborales y certifica la continuidad de las obras benéfico-sociales.
Sociedad contractual en Castilla y León
En Castilla y León, las seis cajas de ahorro de esta comunidad han recibido el visto bueno del Gobierno regional, del PSOE, de los sindicatos y de la patronal autonómica para unir esfuerzos frente a la crisis financiera, tal y como había adelantado EL PAÍS. Según han concretado las entidades, la opción elegida finalmente será la de "grupo contractual" bajo la marca comercial de Grupo Cajas Castilla y León, un modelo que se pondrá en marcha por primera vez en España y con el que se descarta su fusión en una única caja de ámbito regional.
Esta nueva figura, que cuenta con el apoyo del Banco de España según fuentes cercanas a la operación, tendrá un consejo de administración formado por todas las entidades, con una representación proporcional a los activos, y controlará la solvencia y la liquidez de todas ellas. El órgano común contendrá las participaciones industriales más relevantes de las cajas. El objetivo es que tenga músculo financiero para poder atender las demandas de las empresas de la región e, incluso, acompañarlas al extranjero.
Lo que quedará fuera, precisamente para evitar los conflictos políticos y la disputa entre Valladolid y León, será el negocio minorista. Cada caja también seguirá con sus redes de oficinas, la plantilla, la distribución de la obra social y, algo muy relevante, las sedes sociales.
Reducción de la cuenta de resultados
Detrás de estas operaciones está la necesidad de afrontar la "tercera fase de la crisis", según ha definido el gobernador del Banco de España. Fernández Ordóñez ha advertido de que los bancos en España en el futuro verán cómo se recorta su cuenta de resultados, por lo que se deberán controlar los gastos, y ha señalado que "las economías de escala que ofrecen los procesos de consolidación bancaria -y que tanto atractivo generan en los medios- es una de las vías para acometer esa racionalización de las estructuras de costes".
Esta alternativa debería servir para asumir el "proceso de ajuste de los balances bancarios, que ha de ser acompañado por un estricto control de costes, principal mecanismo para limitar los impactos del nuevo entorno en las cuentas de resultados de las entidades", ha señalado antes de insistir en que "las fusiones pueden mejorar enormemente la estructura de costes y por tanto la rentabilidad de las entidades".
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