La Comisión Europea prevé que España crezca un 3,1% durante este año

Si todo sale como espera la Comisión Europea, la zona euro crecerá este año el 2,1%, mientras que la economía de la Unión ampliada a 25 estados miembros avanzará el 2,3%. España, por su parte, lo hará al ritmo previsto: el 3,1% del PIB. Así consta en las últimas previsiones de Bruselas, que revisan levemente al alza sus anteriores cálculos para el conjunto de Europa, hechos públicos el pasado mes de febrero.

Respecto a la economía española, el organismo que preside Durao Barroso estima que crecerá el 3,1% en 2006, y se desacelerará ligeramente en 2007, hasta el 2,8%. Mantiene así sin cambios sus cálculos del pasado febrero sobre nuestro país. Su principal preocupación para España sigue siendo el aumento de los precios, que estima que será del 3,6% en 2006.

El diferencial de inflación terminará 2006 en 1,4 puntos

Esta cifra tan alta situará, siempre según Bruselas, el diferencial de inflación de España con la zona euro en 1,4 puntos, aunque asegura que se reducirá al 0,9% en 2007, después de que el índice de precios rebaje su crecimiento hasta el 3,1%. Las razones por las cuales este diferencial seguirá rozando el punto porcentual son, para el ejecutivo comunitario, de índole estructural.

Menciona así, una vez más, y como vienen haciendo sistemáticamente los principales organismos de vigilancia y análisis macroeconómico, factores estructurales como la insuficiente competencia en algunos sectores, y el carácter rígida del mercado laboral español. Sobre el empleo, la Comisión prevé que siga siendo fuerte, aunque se modere respecto a 2005, con avances del 2,7% en 2006 y del 2,2% en 2007, debido fundamentalmente a una fuerte moderación de la actividad en general y, del sector de la construcción, en particular.

En cuanto a la Unión. el Ejecutivo comunitario espera un "rebote" de la actividad en 2006, desde el crecimiento del 1,3% de los Doce en 2005 y del 1,6% en los Veinticinco, y cree que el impulso provendrá del fuerte avance de la inversión, del dinamismo de la economía mundial y de las mejores expectativas para Alemania.

La inflación se mantendrá estable, en el 2,2% en la eurozona y el 2,1% en la UE. Y todo ello pese al constante encarecimiento del petróleo, que sigue siendo el principal riesgo para al crecimiento, según advierte una vez más Bruselas.