La CNMV estudia presuntas irregularidades en la venta de la sociedad de Bolsa del presidente del BBVA

La Comisión Nacional del Mercado de Valores está estudiando documentación de Merrill Lynch en la que se describen "irregularidades" en la venta en 1996 a ese banco americano de FG Valores, la sociedad del actual presidente del BBVA, Francisco González. Los documentos de Merrill describen una ingeniería financiera muy sofisticada que permitió ocultar a los accionistas un "descubierto contable" de "al menos 800 millones de pesetas". Fuentes cercanas a González han reconocido a la SER que existió lo que describen como "desfase contable temporal".

El banco americano Merrill Lynch descubrió lo que califica como "irregularidades" durante el proceso de compra de FG Valores. A raíz de estos hechos, Merrill afirma que rebajó el precio de compra de los 12.000 millones pactados inicialmente a 2.000 millones (10.000 menos del precio original). Merrill renunció a la compra de la sociedad y la operación se concretó en una mera compra de activos de FG Valores. Merrill aseguró que "no asumía "responsabilidad alguna en cuanto a la exactitud de los saldos de las cuentas".

La situación fue denunciada ya en junio del 1996 ante la CNMV, poco después de que el gobierno del PP nombrara a Francisco González presidente de Argentaria. La CNMV no tomó entonces ninguna medida al respecto. Cuando Merrill Lynch planteó esa denuncia, Francisco González puso el caso en manos del abogado Juan Fernández-Armesto. Meses después, en octubre de aquel año, Armesto fue nombrado por el gobierno de Aznar presidente de la CNMV.

Merrill Lynch reconstruyó en Londres el "esquema de ocultación contable" con documentos aportados por uno de los empleados de FG Valores y con una auditoria realizada por Garrigues. Según sus conclusiones literales -que fueron enviadas por escrito a Francisco González— la ingeniería contable que se utilizó es tan sofisticada que -dice Merrill Lynch- "su magnitud original es difícil de calcular", aunque, "posiblemente llega a un mínimo de 800 millones de pesetas". Merrill Lynch concluyó en sus informes internos que "sólo una investigación exhaustiva podrá establecer la cifra real".

Según la documentación de Merrill Lynch, Francisco González alegó en su momento desconocer la situación y un directivo de la compañía asumió la responsabilidad ante Merrill del "esquema de ocultación". González se mostró dispuesto a que los hechos se trasladaran a la CNMV. Sin embargo, González intentó arrancar a Merril Lynch un compromiso de confidencialidad y admitió que se rebajara en 10.000 millones de pesetas la oferta inicial.

Merrill Lynch, por su parte, afirma que es imposible remodelar la estructura de la compañía y convertirla en un holding sin el conocimiento del presidente, Francisco González. El banco americano renegoció totalmente la operación de compra y se negó textualmente por escrito a "asumir responsabilidad alguna en cuanto a las citadas cuentas". Así mismo, Merrill rechazó hacerse "cargo de los empleados implicados en las irregularidades".

Fuentes cercanas a Francisco González reconocen que hubo lo que califican como "una discrepancia contable de 800 millones de pesetas" y afirman que ese "desfase se solucionó incorporando más sociedades a la venta para aumentar el valor de FG Valores". Sin embargo, añaden que el desfase no fue responsabilidad de González sino que el Director de Administración de la compañía asumió toda la responsabilidad.

Fuentes de la CNMV han confirmado a la SER que el organismo regulador está estudiando ya la documentación de la que dispone para dar traslado de las posibles irregularidades que se detecten a los órganos competentes y, en su caso, a la fiscalía.

Fuentes de Merrill Lynch también han confirmado que el "banco americano atenderá a estas y a futuras demandas del regulador".