Méndez: "El pacto de pensiones le hace un favor financiero al Gobierno"

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha afirmado hoy, en una entrevista concedida a Europa Press, que "el Gobierno considera a la UGT como un objetivo importante a batir, e intenta descalificarla por todos los procedimientos", aunque ha subrayado que "si lo que pretendía era quebrar la unidad interna de UGT ha conseguido el efecto contrario".

Méndez ha reconocido que el sindicato ha vivido un "episodio negativo" con la dimisión de Pedro Díaz Chavero, "que ha sido instrumentalizado por el Gobierno y lo ha amplificado de una manera desmesurada".

"La dimisión de un miembro de la Comisión Ejecutiva de UGT ha tenido un tratamiento muchísimo más amplio desde el punto de vista informativo en los medios públicos y los medios vinculados al Gobierno, que la dimisión en la pasada legislatura del ministro Pimentel", ha lamentado.

Cándido Méndez ha negado que hubiera una predisposición por parte de UGT para no firmar el acuerdo sobre pensiones y ha reconoció que la situación vivida en el sindicato en los últimos días ha sido "difícil" y complicada", aunque no se siente decepcionado, y ha asegurado que si pudiera dar marcha atrás no cambiaría la estrategia.

"Consideramos que la estrategia utilizada es la adecuada. Yo estoy cumpliendo con mi obligación, y la UGT comparte la resolución de la Comisión Ejecutiva Confederal no suscribiendo este pacto de pensiones por considerar que el contenido tiene carencias básicas para lo que nosotros pretendíamos", ha indicado.

Sobre los motivos por los que UGT no se ha sumado al acuerdo sobre pensiones, Méndez ha dicho que el pacto carece de una serie de "elementos básicos" que resultan esenciales, y ha subrayado que el mismo debería colmar "adecuadamente", aunque no "plenamente", los objetivos planteados por los sindicatos.

En este sentido, Méndez ha calificado de "enormemente largo" el plazo de doce años para la separación definitiva de las fuentes de financiación, ya que "se va a facilitar una financiación al Estado desde las arcas de la Seguridad Social acumulativas en torno a 3,5 billones de pesetas".

"Este plazo va a dificultar el cumplimiento de contenidos del pacto como la subida de las pensiones mínimas, las de viudedad y otros aspectos para los que ni hay plazo ni cuantificación de cómo se producirán esas subidas", ha añadido.

Asimismo, el secretario general de UGT considera que se debería garantizar el derecho voluntario a la jubilación anticipada, "y no dejar en manos del empresario esa posibilidad". Méndez echa en falta "garantías para alcanzar pensiones dignas" para los trabajadores mayores de 52 años que sean expulsados del mercado laboral mediante despidos individuales.

Otro elemento, a su juicio, "ambiguo, preocupante y peligroso" es el hecho de que a partir de 2003 el Gobierno puede alargar el periodo de cálculo de la cuantificación de las pensiones. "Si se calcula sobre toda la vida laboral supondría un recorte para las pensiones y se facilitaría el tránsito hacia un sistema encubierto de capitalización".

"No es el acuerdo que debe ser aceptado por las organizaciones sindicales, porque se le hace un favor financiero al Gobierno -ha dicho- y se están avalando algunas de sus decisiones estratégicas".

Respecto a los motivos que han llevado a CC OO a aceptar el acuerdo, Méndez ha indicado que "Comisiones Obreras ha condicionado su respuesta a la reforma laboral al desenlace del acuerdo de pensiones, necesitaba la firma del acuerdo para descartar una respuesta contundente y unitaria a la reforma".

En cualquier caso, el dirigente de UGT tiene claro que se ha producido una "grieta" en la unidad de acción sindical pues, en su opinión, "CC OO no debería haber suscrito el preacuerdo sin haber puesto en común la posición con UGT".

"Hay que trabajar y esforzarnos para intentar recuperar la unidad de acción, pero lamentablemente tengo que reconocer que la posición de CC OO ha dificultado la necesaria cohesión del trabajo de ambas organizaciones sindicales".

Sobre el Primero de Mayo, ha asegurado que la voluntad de UGT es que la convocatoria sea unitaria, aunque va a haber dificultades a la hora de definir los objetivos. "Tendremos que buscar fórmulas que garanticen que sea unitario", ha subrayado.

Por otro lado, Cándido Méndez ha reiterado que la idea de convocar un paro general en mayo se mantiene "vigente", pues tiene "justificación plena como consecuencia del gravísimo atentado que supone, sobre todo para los jóvenes y las mujeres trabajadoras, el contenido de la reforma laboral impuesta por el Gobierno del PP".

Por eso, UGT va a continuar con las asambleas sectoriales y territoriales en los distintos centros de trabajo. "Estamos trasladando a los trabajadores los motivos del rechazo a la reforma y la necesidad de una respuesta sindical contundente".

No obstante, ha explicado que "aunque UGT no se ha alejado en ningún momento de esa idea, pues la reforma es enormemente agresiva, el hecho de que no se pueda plantear de manera conjunta introduce una dificultad de altísimo calado".

Méndez ha insistido en que no ha habido ninguna injerencia política desde ningún partido hacia el sindicato: "El Gobierno está haciendo una manipulación de las posiciones de la UGT, y honradamente debe saber que están construidas desde la soberanía de la organización, sin condicionantes ni injerencias externas".