Reformas laborales
Esperamos ansiosos la prometida reforma laboral, no porque vaya a solucionar nada en cuanto a la creación de empleo, sino para ver hasta dónde facilitan y abaratan el despido, ya que nuestro trabajo depende de lo rentable que resulte despedir.
La anterior reforma llevada a cabo por Rodríguez Zapatero en junio de 2011 ya dio más facilidades para el despido, (y pólvora al PP para disparar contra el Gobierno) y los empresarios respondieron como se esperaba de ellos: 1.140.000 parados más.
Mientras, los empresarios de este país que todavía se resisten a pagar indemnización por despido, intentan ahorrar costes a costa del trabajador hasta que se alcance ese punto que se aproxime al despido libre. Hasta que esto se produzca, seguirán recortando la jornada laboral, eliminando complementos por turnicidad, desplazamiento o antigüedad; despidiendo a aquellos que no se avengan a trabajar enfermos, obligando a realizar tareas que no están recogidas en el convenio colectivo (caducado en la mayoría de los casos), etcétera.
Como decía ese verso de Lope de Vega: "quien lo probó lo sabe".