El misterio Sahin

"Parece que lleve cinco años con nosotros. Este chico tiene más capacidad que cualquier otro jugador con 25 años. Es tranquilo y disciplinado". Así hablaba Bert Van Marwijk, el técnico que hizo debutar a Nuri Sahin con el Borussia. Era 2005 y el medio zurdo no había cumplido todavía los 17 años. Sahin tiene ahora 23 y no acaba de despuntar en el Real Madrid. No es una cuestión de idioma -empezó a estudiar castellano antes de llegar a Madrid-, ni tampoco médica, ya que se ha recuperado de su problema en la rodilla izquierda. Lleva desde abril del año pasado sin jugar con continuidad. Ayer entró en la convocatoria de Mourinho para el partido ante el Getafe (20.00, Canal+ Liga / Gol TV)

Sahin es el fichaje blanco que menos ha jugado este curso: 363 minutos

"Viene de ser un jugador importante y aquí no lo es aún", reconoce Karanka

Primero fue una rotura parcial del ligamento de la rodilla derecha la que le impidió terminar la temporada con el Borussia. En julio, nada más pisar el campo de entrenamiento el primer día de pretemporada en Los Ángeles, sufrió un esguince en el ligamento de la rodilla izquierda del que recayó en agosto. No se reincorporó al grupo hasta finales de octubre. Resultado: de los cinco nuevos fichajes del Madrid es el que menos minutos suma, 363, pocos para coger la forma.

Aitor Karanka, que volvió a ocupar ayer el sitio de Mourinho en la sala de prensa, reconoció que el turco tiene un problema físico y de confianza. "Está trabajando bien y hay que ir poco a poco. Hay que darle ánimos y estar con él", dijo el ayudante de Mourinho tras el partido contra el Zaragoza la semana pasada. Sahin lo vio desde la grada, igual que otros seis de los ocho encuentros disputados en enero. ¿El que no tenga minutos se debe a un problema físico o de confianza?, le preguntaron ayer a Karanka. "Un poco de todo. La forma física se consigue jugando y él no la acaba de coger. Viene de ser un jugador importante en Alemania y aquí no tiene esa importancia y eso influye en la confianza".

Cuesta creerlo si se le da al botón atrás y se vuelve a escuchar lo que dijo Sahin antes del partido contra el Dinamo de Zagreb, el primero que jugó como titular. "Las palabras miedo y presión no están en mi vocabulario", dijo. "Estoy preparado, no sé si para los 90 minutos. Pero sí para jugar. En la plantilla del Madrid hay más calidad que en la del Borussia, pero el estilo de juego es casi el mismo. Aquí el mayor desafío no lo tengo en la adaptación al juego, sino en los entrenamientos. Hay que entrenarse muy duro para demostrar que puedes estar en el equipo. Esto es diferente de Dortmund". Era octubre y 24 horas después fue el primero en ser crítico consigo mismo. Tras el partido, con esa cara de niño bueno y esa voz de persona extremadamente educada y respetuosa, dijo: "Estoy contento por haber vuelto, pero no por cómo he jugado. Tengo que trabajar mucho aún".

Sahin volvió a jugar más partidos. Ninguno demasiado exigente. Contra el Ajax, ya clasificados para octavos, y en Copa contra la Ponferradina. Pero desde la vuelta de las vacaciones de Navidad no ha pisado césped. "Yo no doy oportunidades a nadie. Pongo los que creo que son los mejores para ganar un partido", dijo José Mourinho el 2 de enero, cuando le preguntaron si, después de haber tenido su oportunidad con la Ponferradina, Nuri Sahin tendría continuidad en Liga.

El técnico ha rotado mucho durante la temporada, ha llegado a cambiar 18 líneas defensivas, 10 líneas de mediocampo y 13 de arriba. Sahin es el que menos relevos ha dado. Mourinho siempre ha defendido sus ausencias como "algo normal" por la lesión. "Ha terminado sus cinco semanas de pretemporada. Pero no ha tenido muchos partidos para jugar y coger ritmo. Hemos estado jugando cada tres días y no ha tenido tiempo. Jugó contra la Ponferradina y el Ajax... y ahora que hemos vuelto a competir al más alto nivel, no ha tenido minutos. Está pagando todo esto. A ver si llega su oportunidad", explicó el técnico en enero. Fue él quien pidió a Sahin (costó 10 millones).

Esta noche Sahin estará en Getafe. "Nuri se va a sobreponer", dice Karanka. No sería la primera vez. Con 13 años se hacía 76 kilómetros diarios en coche con su padre Savas y su hermano Ufuk para ir a entrenarse a Dortmund (vivía en la cuenca del Ruhr). Cuando subió al primer equipo se mudó a la residencia de la cantera. "Los fines de semana jugaba en un estadio de 80.000 personas y luego volvía a mi cuarto de cinco metros cuadrados en el que apagaban las luces a las 11 de la noche". Con 19 años se tuvo que marchar al Feyenoord porque Thomas Doll, el sustituto de Van Marwijk, le veía demasiado pequeño para jugar con el Borussia. "Acabé llorando, me fui lejos de casa y de la cultura alemana donde crecí", declaró en una entrevista. "De Alemania he aprendido mucho. Si me levanto sin ganas de entrenarme me digo: 'sé disciplinado'. Lo aprendí de ellos". A través de la disciplina, Sahin busca ahora su oportunidad.