Un jefe de los Mossos niega excesos en el desalojo del 15-M
Los Mossos d'Esquadra no se excedieron en el uso de la fuerza al desalojar de la plaza de Cataluña de Barcelona a los indignados del Movimiento 15-M. Pese a que la polémica actuación policial del pasado día 27 de mayo se saldó con más de un centenar de heridos, el subinspector David Bordas, jefe de servicio de los antidisturbios, declaró ayer ante el juez que no se produjo ninguna irregularidad.
Bordas, uno de los mandos policiales imputados en la investigación judicial del desalojo, dirigió y supervisó la carga ordenada por su superior. Sobre el terreno, no apreció que sus agentes (unos 50) se excedieran en el uso de la fuerza.
El mando justificó la actuación policial por la "violencia" que ejercieron los indignados contra la policía y negó que se golpeara a manifestantes pacíficos.
Según la querella que ha propiciado la investigación, la unidad de Bordas golpeó a personas que permanecían sentadas en el suelo como expresión de desobediencia. Los Mossos adujeron para el desalojo que debían "limpiar" la plaza y retirar los objetos peligrosos.
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