Navegar por las ruinas virtuales del siglo XXI
El artista Juanli Carrión reflexiona sobre las trampas de la era digital
Juanli Carrión, artista murciano afincado en Brooklyn desde hace cuatro años, ha pasado los últimos dos meses rebuscando entre las ruinas. Aunque no era exactamente una búsqueda con pico y pala sino algo mucho más propio del siglo XXI: el motor de búsqueda de Google, 900 pen drives, Skype, Photoshop y una palabra, ruina, en tres idiomas, español, inglés (ruin) y euskera (hondamen).
Con todos esos ingredientes, Carrión, de 29 años, ha navegado a través de la web, primero en Nueva York y después en Vitoria, para construir seis imágenes gigantes elaboradas a partir de las más de 6.000 fotografías recogidas en esas búsquedas y contestar a algunas preguntas que surgieron en su cabeza de ciudadano digital. ¿Hasta qué punto Google o cualquier otro buscador modifica nuestra memoria colectiva? ¿La realidad digital es efectivamente real como Internet trata de hacernos creer o está tamizada por un filtro que transforma abiertamente nuestra percepción aprovechándose de nuestra confianza en la red?
En su obra son una constante la distopía y la relatividad de la realidad
La exposición Construyendo la interminable ruina del mundo, que se inauguró simultáneamente en noviembre en el Abrons Arts Center de Nueva York y en la sala Praxis del Centro Museo de arte contemporáneo ARTIUM de Vitoria responde en directo y hasta el próximo 19 de febrero a esas preguntas en ambos centros. La muestra comenzó con el propio artista trabajando a diario en un ordenador en la sala neoyorquina, donde le dedicó tres semanas a buscar cada palabra en cada idioma, almacenando unas 1.200 imágenes por semana, que es el límite que Google impone sobre las imágenes, "aunque en las búsquedas siempre aparezca un número infinitamente más alto", apunta Carrión.
Una cámara conectada por Skype a la sala de ARTIUM permitía seguir el proceso desde allí. Después el escenario se invirtió mientras trabajaba en España. En estos días Carrión ha terminado de elaborar las imágenes finales, construidas mediante la superposición de fotografías encontradas, según el idioma y el país, devolviéndole al espectador diferentes visiones de la memoria virtual que hoy domina el planeta. "Son imágenes que plasman a través del ejercicio estético la jerarquía geopolítica de la información en Google, o en cualquier otro buscador. El idioma, el país o hasta quién hace la búsqueda crea variaciones en los resultados, pese a que todo esté basado en un algoritmo supuestamente neutro. Es decir, en la web hay muchas realidades y un exceso de subjetividad", explica invitando a dudar de lo que vemos.
El universo de la distopía y la relatividad de la realidad es una constante en su obra, que también será uno de los protagonistas de la muestra de los premios de arte de Caja Madrid Generación 2012, que se inaugura en La Casa Encendida el 2 de febrero. Allí presentará Onstage-Monuments of Melancholy, una serie de instalaciones en las que combina esa inquietud con la sorpresa y la ironía ante el descubrimiento de extrañas características del paisaje histórico estadounidense. "La historia reciente de Estados Unidos está dibujada a través de toda su geografía mediante escenarios señalados con una placa, estatua o leyenda que relata qué ocurrió en aquel lugar. A menudo no ocurrió nada relevante, pero ahí es donde entra la ficción de la historia, que la sociedad construye otorgándole a determinados hechos o lugares cierta teatralidad".
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