Socotra, la isla de los genios

Viajes. Bellísimo, extraordinario y apasionante este melancólico viaje a la isla perdida de Simbad. Jordi Esteva nos traslada con su escritura, sus maravillosas fotos y sus viejos anhelos a la ignota Socotra, en el Índico, a cuatrocientos kilómetros de las costas de Arabia, para una aventura en el espacio y en el tiempo. La isla a la que viaja el autor de la aplaudida Los árabes del mar acumula historias y leyendas, y en esa superposición de niveles -Socotra es el lugar del ave Roc de las Mil y una noches, y de Zeus Trifilio, pero también el de una base secreta de submarinos rusos durante la guerra fría-, Esteva se mueve como esos hechiceros a los que tan bien conoce, capaces de desplazarse entre la realidad y el mito en un trance alimentado de pasión y de mixturas embriagantes. En Socotra, "la fama de cuyas brujas es grande", encuentra un universo mágico similar en muchos aspectos al de los komián de Costa de Marfil, viejos conocidos a los que ha dedicado su reciente y premiado filme Retorno al país de las almas. Le espera en la isla el nieto del último sultán, que ya es Virgilio. Entre los aromas de mirra y qat, los efluvios de las camellas y las canciones wa-wa, seguimos pasmados a Jordi por la geografía física, mítica y espiritual de la isla, escuchamos relatos de sus habitantes, verificamos historias (como la de las serpientes aladas que protegían el incienso o más mundanamente las ruinas arqueológicas del templo de Zeus) y admiramos un paisaje casi sobrenatural, sazonado de árboles draco, aloes y los extraños adenios, el árbol de las rosas del desierto similar a un pequeño baobab. Un escenario donde la sombra de los buitres y cormoranes remite a la de los pájaros legendarios y las montañas de Al Haggat propician sobre un telón de nubes la materialización de los más descabellados sueños.