Un museo al aire libre

Cualquier viajero que llegue a Jaén por cualquiera de sus esquinas se sorprenderá por la singularidad de las esculturas que le dan la bienvenida. Sin duda, son los pavos que hay en la rotonda junto a la Universidad lo que más llama la atención y lo que desata opiniones más encontradas entre lugareños y foráneos. Pero no es lo único. Otras instalaciones y series escultóricas como las hormigas en el parque empresarial Nuevo Jaén, el ibero en el cerro de los Lirios o el sugerente carril bici hasta Jabalcuz han cambiado en los últimos tiempos el paisaje urbano de Jaén. Y todas las obras tienen el sello del artista José Fernández Ríos (Orcera, Jaén, 1964), que se ha empeñado en convertir a Jaén en un auténtico museo al aire libre.

"Jaén puede aspirar a ser una referencia en arte urbano", explica Ríos, cuyos últimos trabajos tampoco han pasado desapercibidos. Ahí están, por ejemplo, los jardines en forma de lagarto (el emblema de Jaén) que ha construido en una promoción de viviendas públicas en la barriada del Bulevar y, la última de todas, los nuevos pavos que han nacido junto a sus esculturas en el entorno de la Universidad. Se trata de estructuras dinámicas y vivas realizadas con material reciclable, principalmente viejas señales de tráfico.

40 esculturas

De la expansión de este arte urbano por la ciudad tiene mucha culpa el delegado de Obras Públicas en Jaén, Rafael Valdivielso, convertido en el principal mecenas de Ríos y de otros artistas plásticos y creadores de la ciudad como Belin, Lorite o Sitoh. En realidad, esta Delegación de la Junta no hace más que cumplir el mandato de invertir en cultura el 1% de cada obra pública.

En los últimos años son ya más de 40 las esculturas al aire libre que se han creado en Jaén. Pero si cuaja el proyecto de Ríos, es posible que la capital sirva de cuna para jóvenes creadores. Quiere Ríos que las nuevas esculturas que nazcan en la rotonda de la Universidad se vendan cada año y el dinero que se obtenga se destine a patrocinar el concurso Incubarte.

"La idea es que los artistas presenten proyectos de arte urbano e ir incrementando cada año el patrimonio artístico de la ciudad", explica Ríos, que espera que otras Administraciones públicas demuestren la misma sensibilidad hacia el arte urbano y la incluyan en su agenda. De alguna manera es una aproximación al arte del New Deal surgido en EE UU durante la Gran Depresión. Fue el presidente Roosevelt el que creó varios programas de arte públicos, con el propósito de dar trabajo a artistas y decorar edificios públicos.