No hay otro como El Guaje

Pep Guardiola dispone ahora mismo de un informe de Andoni Zubizarreta en el que figuran diferentes delanteros interesantes, la mayoría de la Bundesliga, susceptibles de ser incorporados por el Barcelona. Nada extraño si se tiene en cuenta que el director deportivo y sus colaboradores incluso evalúan regularmente el mercado de entrenadores por si Guardiola, que renueva año a año, decide un día abandonar el Camp Nou. El entrenador, de momento, ordena y manda y, por tanto, se atienden sus consignas. La última ha sido la de no hablar de la posibilidad de incorporar un sustituto de Villa. "Os ruego un poco de sensibilidad", respondió ayer cuando se le requirió por un posible recambio del ariete asturiano; "tiempo al tiempo".

En la temporada con más delanteros ya se han roto Villa, Afellay, Pedro y Alexis

Aunque fuera suplente en el clásico y se especulara con su salida el próximo verano, El Guaje es un futbolista querido en el vestuario tanto por Guardiola como por sus compañeros, especialmente por el bloque de internacionales. No ha jugado más partidos por el estrés que sufría en la tibia quebrada; por su estado de forma, inferior al de delanteros como Alexis, y por la evolución táctica, que ha llevado al equipo a actuar hasta con dos falsos nueves. Nunca se ha discutido su importancia en el equipo, sino que se ha regulado su participación. Así, se duda de que se pueda encontrar un sustituto de garantías por solo seis meses o, por otra parte, contratar a un jugador que a largo plazo ofrezca más garantías que cualquiera de los de la cantera.

No hay otro Villa ni tampoco una incorporación más fiable que la de Cuenca. La delantera es esta temporada el punto débil del equipo justamente cuando ha sido más numerosa que nunca, incluso después de la salida de Bojan en contra del parecer de Guardiola. Las lesiones han sido muchas y diferentes. Afellay, cuya reaparición está prevista para febrero; Pedro, Alexis y el propio Villa han causado baja en varios momentos, circunstancia que ha facilitado la incorporación de Cuenca.

La mirada del técnico ha sido siempre particular. Hay entrenadores que sostienen que si Guardiola dio con Cuenca y antes con Pedro es porque es el único que busca extremos y no mediapuntas, de la misma manera que encontró a Busquets porque le interesan los mediocentro y no un doble pivote. El propio equipo y la cantera parecen disponer de munición suficiente para aguardar a que se recobre Villa y no alterar el ecosistema del Barça. La recuperación de Jonathan Soriano, de nuevo goleador en el filial, o la irrupción de Rafinha, así como Tello y Kiko Femenía, son alternativas a tener en cuenta, al igual que las de aumentar la influencia de jugadores como Pedro o Alexis. Tampoco se descartan soluciones como la de adelantar la posición de Cesc, Iniesta o Adriano.

Más que la nómina de lesionados, que también, preocupa la facilidad con que se rompen los atacantes, sometidos a situaciones de tensión o explosividad superiores a las de los medios o zagueros. La prioridad de Guardiola es la de encontrar una delantera con posibilidades para afrontar al Santos. Alexis es duda por unas molestias en los adducdores, circunstancia que complica todavía más las cosas al técnico, quien seguramente recurrirá a Cesc y Pedro.

La plantilla asume el reto de negociar el calendario sin refuerzos. La última palabra corresponde a Guardiola y parece estar en la sintonía de los jugadores. El asunto, en cualquier caso, queda aplazado hasta el domingo, después de la final. Messi, ganador del clásico contra el Madrid de Cristiano, espera derrotar a Neymar para dedicar el triunfo a Villa. Ha habido mucha rumorología sobre la relación de La Pulga con El Guaje. No es una cuestión personal, sino de juego, y Messi parece contento con sus actuales compañeros. ¿Y acelerar el fichaje de Neymar?, se preguntan algunos barcelonistas. "Es curioso constatar como quienes hoy se preocupan por Villa son en muchos casos los mismos que anteayer le consideraban prescindible. Le valorarán más en su ausencia que por su presencia", respondieron en el club; "hay, entre unos y otros, un término medio. Lo que está claro es que no hay otro como Villa", sobre todo por su sentido de equipo, profundidad, desmarque y obediencia táctica, ya sea de nueve o en la banda.

El día que cayó Villa frente a Al Saad, en un partido abrumadoramente dominado por el Barça, el papel goleador correspondió a los laterales y los medios: Adriano, Keita y Maxwell. Un síntoma de la versatilidad de una plantilla acostumbrada a los sobresaltos. Villa es el último.