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Dolce y Gabbana, acusados de evadir 833 millones

El Supremo decide que los diseñadores sean juzgados

Domenico Dolce y Stefano Gabbana, dos de los diseñadores más famosos del mundo, se sentarán finalmente ante el juez acusados de evadir impuestos. Tras años de recursos y más recursos en los tribunales, el Supremo italiano cree que hay indicios suficientes para llevar a los modistas a juicio.

Parece probado que su declaración de la renta era falsa y que evadieron impuestos por valor de 416 millones de euros cada uno. En abril, un juzgado de Milán desestimó el caso al no encontrar pruebas suficientes. Sin embargo, el Tribunal de Casación (el equivalente al Supremo español) acaba de dar la vuelta al caso al rechazar la decisión con motivaciones que trascenderán en enero.

La decisión de la justicia ha sido recibida con indignación por sus protagonistas. Stefano Gabbana se ha desahogado en Twitter: "¡¡¡Ladrones!!! No saben cómo hacer para quitarnos el dinero. Es verdad lo que se dice de que en Italia hacen lo que quieren a su gusto". Y añadió: "Quizá sería mejor marcharse de este país". En otro mensaje, ya en un tono más tranquilo, Gabbana aseguraba que sentía lástima por los 5.000 trabajadores de su empresa.

La respuesta en la Red no se ha hecho esperar. Y muchos de sus 170.000 seguidores le han contestado. "¿Qué esperabas? Paga lo que nos debes y luego vete", le escribe uno. Otro le dice: "Una empresa no es útil a su país si no paga hasta el último céntimo de impuestos. Se llama justicia, no encarnizamiento".

Los problemas con Hacienda datan de 2004. Aquel año, Dolce y Gabbana transfirieron la administración de su firma a Luxemburgo. Allí el impuesto de sociedades es del 4%, mientras que en Italia asciende al 50%. La policía fiscal les descubrió y la Fiscalía de Milán vio en sus operaciones delitos de fraude fiscal y de estafa contra el Estado. La sesión preliminar del juicio, celebrada en abril, se cerró con la suspensión de los cargos. "La transferencia se desarrolló a la luz del día", escribió entonces el juez. Tras meses de batalla en los tribunales, el Supremo ha encontrado motivos suficientes para que sean juzgados. Sin embargo, ya se habla de que los abogados de los diseñadores están dispuestos a negociar el pago de estos impuestos con Hacienda y evitar la vergüenza de sentarse en el banquillo.

Stefano Gabbana, a la izquierda, y Domenico Dolce.
Stefano Gabbana, a la izquierda, y Domenico Dolce.F. MONTEFORTE (AFP)

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