"Quiero saber qué información tienen de mi vida íntima"
Sienna Miller declara en el juicio de las escuchas de 'News of the World'
David Sherbone, abogado de varios de los famosos espiados por News of the World, predijo la semana pasada que los periodistas "se avergonzarían de sí mismos" al escuchar los relatos de sus clientes en la investigación que tiene lugar esta semana en las Cortes Reales de Justicia de Londres. Tras cuatro días de audiencias televisadas, difícil sería que la predicción no se haya cumplido. Los británicos ya han escuchado las rocambolescas vivencias de 18 de los afectados, como la autora de Harry Potter, JK Rowling, que contó ayer cómo un periodista había intentado ponerse en contacto con ella metiendo una nota en la mochila del colegio de su hija. "Aquel día viví una insoportable sensación de invasión", aseguró.
Pero el jueves era el día de Sienna Miller, una de las declaraciones más esperadas. La actriz relató al juez que llegó a hacer una reunión con su madre, su hermana, dos amigas y su novio (que en aquel momento era el actor Jude Law) para sonsacarles quién había filtrado una información a la prensa. "Vivía en una constante ansiedad y paranoia a causa de las escuchas", dijo calmadamente, mientras su sonrisa revelaba la satisfacción de haber llegado al final de un angustioso proceso que, espera, logre devolverles a los famosos el derecho a la intimidad.
Para Sienna Miller la pesadilla comenzó en 2005, cuando suscitó el interés de los tabloides por su relación con Jude Law. "Si he decidido tomar medidas legales contra News of the World no es por una compensación económica. Quiero saber exactamente cuánta información tienen de mí y quién me escuchó". Lo único que le queda para pasar página, según relató, es ver el informe completo con toda la información privada que tienen de su vida.
Se da la paradoja de que este juicio televisado vuelve a poner en el candelero muchas de aquellas historias falsas o demasiado íntimas, que nunca debieron haber visto la luz. Conscientes de este hecho, los letrados comienzan sus preguntas con un cauto "no diga nada que no quiera contar" o "sin entrar en detalles privados". Para no hacer más escarnio, ayer el juez Leveson llegó a prohibir que se publicara entre la documentación del caso una portada de The Mirror con una foto manipulada en que se afirmaba que Miller estaba borracha.
El abogado de la actriz, Mark Thompson, quien también representa a Jude Law y a Hugh Grant, ha solicitado una regulación más estricta. "No creo que unos pocos ajustes en la Comisión de Quejas a la Prensa (PCC, por sus siglas en inglés) sea suficiente. Algunas de las peores ofensas vienen de agencias fotográficas y paparazzi y el PCC no los puede controlar".
"Por primera vez los famosos podrán revirar el golpe", ha asegurado Cary Cooper, profesor de la Universidad de Lancaster y autor del libro Caras públicas, vidas privadas. "Creo que habrá repercusiones en la prensa que tendrá que replegarse, al menos, por un rato". Otros famosos que han hablado esta semana han sido Hugh Grant, la exasesora de Elle McPherson, los padres de la niña desaparecida Madeleine McCann y el actor Steve Coogan.
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