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El taxista dice que no implicó a Delgado antes porque había suficientes pruebas

El testigo sorpresa del 'caso Marta' declara a la policía que trasladó al imputado

Javier Martín-Arroyo

El testigo sorpresa del caso Marta, el taxista Francisco José A., declaró a la policía la semana pasada que reconoció unas fotos y la voz del acusado Javier Delgado "sin ningún género de dudas" como la del cliente que trasladó la noche del crimen de la joven sevillana. Hace ya casi tres años, pero el taxista detalló a los agentes paso por paso los movimientos de Delgado entre las 0.15 y las 0.30 de la madrugada durante el trayecto que realizaron juntos entre su bar de copas y su domicilio, escena del crimen ocurrido unas horas antes.

"Reconoce sin ningún género de dudas" a Delgado en la fotografía número 85 de las que le fueron mostradas, subraya el acta de reconocimiento fotográfico redactada por el Grupo de Menores de la policía. ¿Por qué tardó tanto tiempo en informar a la policía del traslado del acusado? "Mi mujer me decía que si ya estaban detenidos, la policía tendría los suficientes datos para haberlo hecho", declaró el taxista a los agentes. El tribunal deliberará hoy y mañana si admite la comparecencia del testigo sorpresa el próximo lunes en el juicio.

El hombre reconoció la voz del hermano de Carcaño "sin ninguna duda"

Después de casi tres años, los detalles que aportó el taxista traslucen una asombrosa retentiva: "Recuerdo que al ir a pagar el cliente, me fijé en las manos, y pude observar en una mano una pulsera de cuero y en la otra mano un reloj o una esclava plateada. En esto me fijé porque es mi costumbre observar las manos del cliente cuando me van a pagar". El testigo describe cómo Delgado llevaba supuestamente "una bolsa de plástico de color blanca anudada con dos nudos" y que contenía líquido con botellas de plástico. "De los ojos recuerdo la mirada profunda, puesto que al ser de noche suelo estar pendiente con los clientes que llevo detrás".

El taxista recuerda que Delgado "tenía una voz algo ronca, un tono de voz algo peculiar". Sobre esa noche, subraya que al llegar a la calle León XIII donde vivía Delgado, "había un coche aparcado en doble fila, que no me permitía el paso ligero, por lo que tuve que pasar con cuidado de no dar a su coche". De su aspecto,el hombre detalla que tenía "el pelo corto, algo canoso, y barba de varios días". A continuación, añade: "En el lado izquierdo de la cara tenía una especie de mancha, verruga, o lunar visible". Al llegar al destino, Delgado pagó supuestamente con un billete de 10 euros el servicio, que costó ocho euros. "Al ir a devolverle el dinero restante, este individuo le dejó de propina la vuelta y le dijo 'déjelo, buen servicio", describe el acta de la declaración policial.

El problema del testimonio del taxista es que ciertos detalles de su descripción física podrían estar contaminados por la difusión de las imágenes de Delgado en televisión, recordaron ayer las defensas del caso al oponerse a que el taxista pueda declarar y su testimonio incorporarse al juicio.

Tras finalizar el servicio con Delgado, el testigo sorpresa explicó que acudió a un establecimiento para adquirir comida, y en los días posteriores comentó "todos estos extremos" con su mujer, si bien esta le dijo que la policía tendría suficientes datos al haber detenido al imputado de encubrir el crimen. Delgado ha mantenido la versión de que estuvo trabajando en su bar de copas entre la medianoche y hasta las tres de la madrugada, por lo que su testimonio es opuesto al del taxista, lo que desbarataría su coartada en caso de que el tribunal acepte su comparecencia.

El fiscal pidió ayer la comparecencia como testigo del taxista, pero también de su mujer y del propietario del restaurante Doner Kebab, Khaled M., para corroborar la versión del testigo sorpresa. "Al ver las imágenes de televisión, mi marido veía al individuo identificado como hermano de Miguel Carcaño. Aunque lo veía tapado, mi marido me decía que ése era el cliente que había llevado la madrugada", relató la mujer del taxista a la policía.

Mientras, la madre de Javier García, El Cuco, Rosalía G., declaró ante el tribunal después de su polémica entrevista en el programa La Noria de Tele 5. La testigo relató que la noche del crimen vio a su hijo en su casa antes de irse a dormir, sobre la 1.30 de la madrugada. Sin embargo, reconoció que dejó las llaves del coche que supuestamente usó El Cuco la madrugada del crimen en la entrada de su piso.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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