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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Gilbert Cates, el hombre que dinamizó los Oscar

El productor introdujo a Billy Cristal y los 'In memoriam' en la ceremonia

Gregorio Belinchón

Hasta una gala de los Oscar, que premia a los mejores trabajos cinematográficos y a las mejores producciones del año, tiene su propio productor. Y él mismo puede ser galardonado por esa entrega de trofeos. En Hollywood, uno de los nombres más asociados a su mítica estatuilla es el de Gilbert Cates, productor de 14 noches de los premios del cine, 13 de las cuales fueron candidatas al Emmy al mejor programa especial de premios (ganó con la edición de 1991, la 63ª). El pasado 31 de octubre, Cates apareció muerto en su coche, a los 77 años, en el aparcamiento de la Universidad de California, donde había fundado y dirigía la Geffen Playhouse. Aún no hay resultado oficial de la autopsia, pero todo parece indicar que su fallecimiento tiene relación con los problemas cardiacos que le llevaron a pasar por el quirófano a inicios de año.

Cates nació en Nueva York, en el seno de una familia de inmigrantes judíos rusos en junio de 1934 (su auténtico nombre era Gilbert Lewis Katz), que se ganaban la vida en la industria textil en el barrio del Bronx. Tras licenciarse en la Universidad de Syracuse, empezó a trabajar en Broadway como director de producción, antes de saltar a la televisión, protegido por su hermano mayor Joseph (el padre de la actriz Phoebe Cates, esposa de Kevin Kline). Con ese recorrido era lógico que acabara dirigiendo cine y eso hizo con Nunca canté para mi padre en 1969, que recibió tres candidaturas a los Oscar: mejor secundario, para Gene Hackman; mejor actor, para Melvyn Douglas y mejor guion adaptado para Robert Anderson, autor de la obra de teatro en la que se basaba el libreto. En 1973 volvió a llegar a los Oscar con su segunda película, Deseos de verano, sueños de invierno, que logró dos candidaturas: mejor actriz para Joanne Woodward y mejor secundaria para Sylvia Sidney.

Aunque Cates volvió a Broadway y a dirigir películas, la mayor parte de su trabajo lo realizó para televisión. En 1990 produjo la primera de sus 14 ceremonias de los Oscar, en las que contó con presentadores como Billy Crystal, Whoopi Goldberg, David Letterman, Steve Martin, Chris Rock y Jon Stewart. En 2008 se encargó de su última ceremonia y dejó una frase para sus sucesores: "Hagas lo que hagas, a la mitad de la gente no le gustará". Por cierto, fue Cates el inventor del segmento In memoriam, en el que se suceden las fotos de los fallecidos ese año mientras toca la orquesta y el público aplaude. Cates convirtió una gala aburrida en un espectáculo cuando también añadió el vídeo paródico del principio que tanta fama le reportó a Crystal, protagonista habitual. Su primera participación fue en 1990, al igual que Cates, que de 1984 a 1997 dirigió la división dedicada a la dirección de la Academia de Hollywood.

Uno de los momentos más felices de su vida fue cuando logró que Orson Welles, que recibió en 1984 el premio a toda una carrera de ese gremio, chocara la mano y se reconciliara con Robert Wise, otro gran director y responsable del montaje ordenado por los grandes estudios que cercenó El cuarto mandamiento, para gran enfado de su director, Welles.

Gilbert Cates, en 2008.
Gilbert Cates, en 2008.P. MCCARTEN (EFE)

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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