Banega pesa cada vez más

El dorsal 10 le ha dado alas a Banega, más protagonista cada jornada. Hasta crear las tres acciones con las que el Valencia derribó a un Getafe insustancial. Un Valencia a medio cocer, pero con la batuta de su mediocentro, cada día más influyente, cada día más determinante en el principio y en el final de las jugadas. A los equipos de Luis García se les supone una intensidad que al Getafe, ayer, no se le apreció.

Así, a primera vista, era difícil saber qué le había visto Emery a Feghouli para darle la titularidad en las últimas citas. Sin ser rápido ni técnico, no parecía reunir las condiciones de los extremos. Sin embargo, la pasión compensa todo lo demás. Partiendo de la izquierda, el volante francés se atrevió a mudarse a otras zonas buscando sorprender. Lo logró en dos ocasiones: un disparo a bote pronto desde la frontal; y un toque suave, con la zurda, para batir a Moyà. Lo celebró con tal entusiasmo que hasta besó la hierba de Mestalla, en esas ganas locas de ser futbolista. Sendos goles fabricados por Ever Banega, ambas entrando como un interior derecho. El mediocentro argentino es el jugador que más ha empujado para salir del hoyo de Leverkusen. La calidad siempre la tuvo; la consistencia parece ir adquiriéndola al encadenar tres partidos serios consecutivos.

El Getafe no se dio por aludido. Como si oyera llover. Quizá porque sabía que necesitaba poco para meterse en el duelo. Le bastó un centro de Varela desde el extremo derecho. Del resto se encargaron los inteligentes movimientos de Güiza y Diego Castro. Se cruzaron mientras observaban el balón volando y sembraron el caos en la zaga local. El primero cabeceó cruzado y el segundo remató de espuela, a media altura, a escasos metros de Guaita. Pese a haber mejorado tanto con sus centrales (Rami y Víctor Ruiz), el Valencia sigue siendo muy vulnerable.

Deshilachado, el conjunto de Emery acumuló tres tarjetas en los cinco minutos del arranque. No es por llevar la contraria, pero ahora que Del Bosque ha llamado a Jordi Alba para que actúe de lateral, Emery lo está utilizando de interior, la posición donde empezó. Entró por el fogoso y fundido Feghouli, despedido con aplausos. El Getafe necesitaba pólvora y Luis García pensó en Miku, demasiado solo a pesar de la compañía de Güiza y Diego Castro. El equipo madrileño no generó juego ni ocasiones. Nada. Remató el choque Aduriz, en un rebote sobre su propio cuerpo, tras otro excelente pase de Banega. El 10 gana peso y esta vez no es en kilos sino en juego.