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Más de seis décadas de accidentes

La muerte de Marco Simoncelli es la última de las más de 40 que se han sucedido en el Campeonato del Mundo de motociclismo desde la inauguración del certamen, en 1949. El primer fallecido fue el británico David Whitworth, que no superó las heridas provocadas por el accidente que sufrió cuando peleaba por la quinta plaza de la carrera de 250cc, durante el Gran Premio de Bélgica que se celebró en el circuito de Spa-Francorchamps. A partir de entonces, los accidentes mortales se fueron sucediendo hasta que los distintos organismos implicados se pusieron manos a la obra, ya en la década de los noventa (Dorna adquirió los derechos de explotación del certamen en 1992), para tratar de reducir al máximo este tipo de desgracias en los circuitos.

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La muerte de un piloto genial

- 1949-1989. Seguridad mínima. Durante los primeros 40 años, los accidentes mortales formaban parte del día a día del campeonato. En este período se acumularon más de 35 muertes, concentradas la mayoría en la década de los setenta. Muchos de esos desenlaces fatales se produjeron en circuitos que actualmente no albergan ninguna prueba del Mundial de MotoGP, como, por ejemplo, Albi (Francia), Bremgarten (Suiza), Solitude (Alemania)

y Monza (Italia). De este periodo también cabe destacar la muerte del español Santiago Herrero, durante la prueba de 250cc del Gran Premio de Gran Bretaña, que se celebró en el famoso circuito de la Isla de Man. La peligrosidad de la pista, que a lo largo del tiempo se cobró muchas víctimas, provocó las protestas de corredores como Giacomo Agostini, que se negó a correr allí. El sinuoso trazado dejó de formar parte del calendario del Mundial en 1979, de modo que Silverstone asumió el relevo.

- La presión aumenta las medidas. La presión de los diversos órganos que interactúan en el certamen provocó una reacción que derivó en un significativo descenso del número de accidentes mortales, todo ello como consecuencia de un aumento del nivel de seguridad general. Los controles de homologación de los circuitos se hicieron mucho más exhaustivos y se ampliaron las escapatorias. Los distintos suministradores de material comenzaron a desarrollar sus productos (cascos, monos, guantes, botas...).

- Cinco muertos en los últimos 22 años. Todos esos esfuerzos en tratar de reducir al mínimo el riesgo mortal de los pilotos ha hecho que el porcentaje de fallecidos haya decrecido mucho. Marco Simoncelli es el último de los cinco pilotos que en los últimos 22 años han perdido la vida en una prueba del Mundial. El primero de ellos fue el venezolano Iván Palazzese, durante el Gran Premio de Alemania de 1989 celebrado en Hockenheim. Después fueron tres japoneses, Nobouki Wakai, durante los ensayos de 250cc del GP de España de 1993, en Jerez, Daijiro Kato, en el Gran Premio de Japón de 2003 (en Suzuka) y Shoya Tomizawa, el año pasado, en Misano.

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