El Gran Hermano de Calderón
El recurso de comparar al hombre con un actor y al mundo con un teatro es metáfora recurrente desde tiempo remoto. Pitagóricos, estoicos y neoplatonianos hicieron uso de él, al igual que la Iglesia cristiana, que ha dibujado el mundo como un escenario cuyo único espectador es Dios desde el cielo. Pero el tópico del theatrum mundi se popularizó realmente en la literatura de los siglos XVI y XVII y se convirtió en lugar común en las letras del Siglo de Oro, de cuya producción teatral sobresale El gran teatro del mundo, el más famoso de los autos sacramentales de Pedro Calderón de la Barca, que junto con su densa y turbadora comedia La vida es sueño son los libros que encabezan la lista de los clásicos en castellano más vendidos en el extranjero. No en vano fueron los románticos alemanes los que redescubrieron a Calderón después del ostracismo al que sus exitosas obras fueron condenadas por los políticos españoles de la Ilustración. Y ahora es precisamente una ciudad alemana, la universitaria y bella Friburgo, la elegida por el director de escena Calixto Bieito para presentar, a partir del próximo 5 de noviembre en el Theater Freiburg, su versión del célebre auto sacramental con el que inaugura su nuevo proyecto tras abandonar, después de una década, la dirección del Teatro Romea: el Barcelona Internacional Teatro (BIT), una gran plataforma de creación escénica transnacional que bajo su dirección aglutina a 18 instituciones teatrales y culturales europeas y americanas.
El tópico del 'theatrum mundi' se popularizó en la literatura en el XVI y XVII, y fue lugar común de letras del Siglo de Oro
Fue con una obra de Calderón, La vida es sueño en versión inglesa (Life is a dream) estrenada en 1998 en el Festival de Edimburgo, con la que Bieito catapultó internacionalmente su carrera. Ahora regresa al gran dramaturgo del barroco español para sellar esta nueva aventura y lo hace junto al compositor Carles Santos, quien ha puesto música a parte de los versos de Calderón, y con la colaboración de los dramaturgos Marc Rosich y Josef Mackert, responsables de elaborar una versión bilingüe, castellano-alemana, de la obra. Los versos originales en castellano han sido musicados para ser cantados y los fragmentos traducidos al alemán serán recitados por actores de la compañía del Theater Freiburg. Está previsto que en la próxima primavera se presente en Madrid la versión íntegra en castellano del montaje. Ambas, la bilingüe y la castellana, se prevé que giren durante los próximos dos años por algunos de los teatros y festivales integrados en la red del BIT, entre los que figuran el MC93 Bobigny de Francia; el Lincoln Center Festival de Nueva York; el Festival Internacional de Bergen, en Noruega; el Teatro Estatal de Baviera, o el Teatro San Martín de Buenos Aires.
Los autos sacramentales son obras teatrales de carácter alegórico que se refieren de forma directa o indirecta a la eucaristía. Se representaban habitualmente el día del Corpus. El gran teatro del mundo continúa representándose y no solo en España. En 2004 la Comédie Française lo incorporó a su repertorio y en la ciudad suiza de Einsiedeln se representa desde 1924 a intervalos aproximados de cinco años en una plaza al aire libre. "Es perfecta la forma en que Calderón plantea la idea de que la vida es como una obra de teatro que debe representarse sin ensayos y en la que cada uno debe jugar con las cartas que le han tocado. Y la manera en que lo presenta, con el Autor, Dios, invocando al Mundo para preparar un pequeño experimento de Gran Hermano donde los personajes se relacionan y se enfrenta a la vida. Es una historia perfectamente actual", asegura Marc Rosich, para quien el argumento es la excusa del montaje para crear "un gran poema visual en forma de oratorio sobre qué significa pasar por el mundo". Los 1.572 versos de silvas, sonetos, décimas y octavas reales de Calderón han sido condensados. "Se ha respetado la estructura original de la pieza y hemos suprimido las repeticiones y los momentos más oscuros y farragosos", afirma Rosich, quien advierte que transformar en arias para ser cantados diversos fragmentos de El gran teatro del mundo ha obligado a reducir el número de versos.
Como en todas sus relecturas de los clásicos, sean ópera o teatro, Bieito lleva este auto sacramental de Calderón al mundo contemporáneo. Respeta los dos planos de personajes que presenta la obra, por una parte, los personajes que representan a los seres superiores, el Autor, trasunto de Dios; el Mundo, personaje recurrente en la obra del autor, aquí representando el teatro; y La Ley de Gracia; y por otra, los que representan a los mortales. Los versos de los primeros son los que se conservan en castellano y los que ha musicado Carles Santos, y los correspondientes a los mortales son los recitados en alemán por los actores. Todos los personajes comparten el mismo nivel en el escenario bajo la escenografía-instalación de tubos de órgano creada por la alemana Rebecca Ringst, quien ha partido de la idea de que el órgano, que tuvo su época dorada en el Barroco, es el instrumento que conecta a la gente con Dios. Además, la escenografía es musical ya que los tubos "son utilizados como instrumentos de percusión por los actores según las indicaciones del compositor", explica Ringst.
De hecho, la instrumentación que Carles Santos usa para las partes cantadas, unos 40 minutos de la hora y media que está previsto que dure la obra, está compuesta por un órgano, dos armonios y todo tipo de percusión, convencional y no convencional como los tubos de la escenografía o unas vías de tren. "No veía una orquesta convencional ni una orquesta de instrumentos antiguos para esta obra", dice el compositor, quien afirma que no le resultó fácil musicar los versos de Calderón, pese a que, asegura, echa en falta que obras clásicas como esta "que hablan del orgullo y de la vanidad" se representen más. "El texto no es fácil. Me ha costado hacerme con él y encontrar la sonoridad que quería para las partes cantadas, a las que quería dar un aire místico". Después de trabajar todo el verano, dice estar satisfecho del resultado y también de que los cantantes, el contratenor catalán Xavier Sabata, la mezzosoprano serbia Leandra Overmann y la soprano eslovaca Jana Havranová, le hayan manifestado su alegría porque realmente les hace cantar. "No se fiaban porque soy un compositor contemporáneo", sonríe.
El gran teatro del mundo, de Pedro Calderón de la Barca. Dirección de Calixto Bieito. Música de Carles Santos. Theater Freiburg (Friburgo). Del 5 al 27 de noviembre. www.theater.freiburg.de. Después están previstas representaciones en París, Barcelona, Madrid, Almagro y Nueva York. www.calixtobieito.com. www.bitbarcelona.com.
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