Irak complica la aventura china de Camacho
José Antonio Camacho hizo las maletas en agosto y se trasladó a China para dirigir a la selección nacional de fútbol con paso firme hasta el Mundial de Brasil de 2014. Fue recibido con una enorme expectación en el gigante asiático, cuyos medios veían en el entrenador a un grande del fútbol. Irak puede amargarle la aventura. El martes, China cayó en casa (0-1), y ante un equipo que sufrió una expulsión a 24 minutos del final, y se complica su futuro.
El equipo de Camacho está en tercera posición de su grupo, con solo tres puntos. Ha marcado tres goles y ha encajado cuatro en los tres encuentros de clasificación y se ha visto superado por Jordania, que lidera el grupo, e Irak. Solo está por encima de Singapur.
Aunque China no tiene tradición futbolística -solo ha disputado un Mundial, el de Corea y Japón en 2002-, la afición ha crecido mucho en los últimos años y la federación ha optado por importar entrenadores para dar un empujón a su juego.
La clasificación para Brasil 2014 no está perdida para China. Todavía debe disputar dos partidos, aunque ambos a domicilio: el 11 de noviembre contra Irak y el día 15 frente a Singapur. Estos encuentros determinarán no solo el futuro de China en el Mundial, sino el de Camacho en China.
El técnico, que tiene que trabajar con un traductor, se ha encontrado con un fútbol muy distinto al que conoce. Acostumbrado a jugadores de pierna fuerte y gran decisión, Camacho reveló en una entrevista en el diario As los problemas que tenía con sus pupilos: "Cuando disputan un balón, parece que dicen 'usted primero'. Cuando se lo dices [que entren fuerte] lo hacen porque son muy disciplinados y muy ordenados, otra cosa es la intensidad a la que lo hacen".
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