Randy continúa su búsqueda en Málaga

Cada dato es importante. Randy Rayder, estadounidense de 40 años, repasa una y otra vez las respuestas que le dieron sus padres -él estadounidense, ella austriaca- cuando descubrió que era adoptado. Tiene la esperanza de que alguno de esos datos le conduzca hasta sus padres biológicos. Así supo que era uno de los 79 casos de bebés robados que la fiscalía investiga en Málaga.

Su abuela le dio la noticia. "Había ido a Austria para que mi familia materna conociera a mi hijo. Como el niño era muy rubio, comencé a bromear diciendo que no podía ser mío. Entonces, ella, que ya estaba muy mayor, me dijo que yo tampoco era suyo", relata.

Corría 1998, Randy tenía 27 años y hacía 25 años que sus padres adoptivos se habían separado. Tras horas de conversación, su padre, Randolph Edgard Ryder, le confesó que habían pagado 5.000 dólares (unos 3.400 euros) por él cuando era un bebé y que viajaron hasta Málaga para recogerlo.

Cree que su madre biológica era sudafricana y enseñaba inglés

Randy se agarra a un nombre: Inés Holm. Su madre, Rosswitha Huber, le dijo que así se llamaba la mujer que le trajo al mundo. "A veces creo que pudo inventarse el nombre, ella era alcohólica y me contó cosas muy diferentes", explica. Lo que sí tiene claro es que debía de ser extranjera. "Me decía de forma recurrente que era sudafricana y daba clases de inglés", añade.

Randy vive en Tejas (EE UU), pero en el último año ha viajado en varias ocasiones a España en busca de sus raíces. El juzgado de instrucción número 5 de Málaga investiga su caso. Él continúa indagando. Cualquier ocasión es buena para pedir ayuda. "¿Sabes cuántas academias o colegios especializados en la enseñanza del inglés podía tener Málaga en 1971?", pregunta a la periodista. Cree que una mujer con esas características debió de llamar la atención en la época y si encuentra a profesores de entonces podrían darle alguna pista.

Su partida de nacimiento certifica que nació el 8 de junio de 1971 en el Sanatorio San Ramón de Málaga, cerrado hace unos 30 años. De una carpeta, saca documentos ajados que demuestran que, meses antes, sus padres habían iniciado los trámites para adoptar legalmente un bebé en España. Rosswitha Huber llegó a aportar un certificado de penales. "Debieron decirles que había un camino más fácil y lo tomaron", imagina Antonio Sánchez, amigo de Randy.

Randolph Edgard Ryder era ingeniero. Cuando Randy nació residía en Gran Canaria por motivos de trabajo. "Me contó que habían escogido al mejor bebé de todos los que le ofrecieron y que incluso había visto a mi padre biológico, que era extranjero y trabajaba de camarero en un bar de Málaga", recuerda. Esos viejos papeles también acreditan que su madre no podía tener hijos.

El doctor Manuel Muñoz Nieto certificó que Rosswitha dio a luz a Randy en Málaga. "Toda la gente que trabajó en el Sanatorio San Ramón, comadronas, enfermeras, personal administrativo, monjas, doctores, podría aportar información", recoge la denuncia que Randy presentó en mayo en los juzgados de Málaga. El doctor Muñoz Nieto, que aún ejerce en Málaga, aseguró en marzo que no llegó a hablar con la parturienta y que tampoco hizo el seguimiento del embarazo. "En el parte puse el nombre que figuraba en su ficha de ingreso", explicó.

El viernes, Randy volvió a Málaga. Le acompañaba un grupo de periodistas de la cadena de televisión NBC que elabora un reportaje sobre su caso. Acudieron al juzgado número 5 de Málaga con la esperanza de que la juez incluyera su perfil genético en la base de datos de niños robados del Ministerio de Justicia. "Como se ha negado a que el Instituto de Medicina Legal tome la muestra -requisito imprescindible para que se incluya- hemos aportado unas pruebas biológicas de una clínica privada", explicó su amigo Antonio Sánchez. Cada dato es importante.