EE UU crea empleo pero no logra reducir la tasa de paro

Estados Unidos creó 103.000 empleos netos en septiembre. La cifra duplica las previsiones que manejaba Wall Street y duplica también el dato revisado de agosto, que en la primera lectura arrojó un cero. Pero aunque el ritmo de creación de empleo se calificó de alentador porque aleja el fantasma de la recesión, es insuficiente para rebajar la tasa de paro, estancada en el 9,1%.

En el parqué neoyorquino compraron la bondad del dato. Goldman Sachs lo calificó de "sólido". Para dar esa opinión se centró en una cifra: en el sector privado se firmaron 137.000 contratos. La cifra, sin embargo, no oculta la realidad del mercado laboral de la mayor potencia del mundo, que fue calificada por Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal (Fed), de "problema nacional".

En el detalle se ven los puntos vulnerables. En primer lugar, la cifra de contrataciones sería más baja si se descontaran los 45.000 empleados de la telefónica Verizon que volvieron a sus puestos de trabajo tras una huelga que afectó a sus operaciones en la costa Este del país. En segundo lugar, el aumento de la contratación no logra reducir el total de parados, que ronda los 14 millones.

Si a ellos se le suman los 2,5 millones que no buscan empleo de forma activa y los 9,3 millones forzados por sus empresas a trabajar menos horas de las que querrían, la tasa de subempleo llega al 16,5%. Son tres décimas más que en agosto. Estos datos muestran la crudeza del mercado laboral y explican que el 44,6% de los parados lleven más de seis meses sin trabajo.

Lo que preocupa realmente a los economistas es que hay 4,5 millones de estadounidenses que llevan un año sin trabajar. Puesto de otra manera: el tiempo medio que un parado está sin trabajo en EE UU es actualmente de 40,5 semanas. Y la situación no parece que vaya a mejorar si se tienen en cuenta los empleos que se destruyen en el sector público por el recorte de gasto.

Las cifras, según Moody's, son las que corresponden a una economía anémica y dominada por la desconfianza. La crisis de la deuda en Europa, señalan los analistas y Bernanke, tiene impacto en EE UU. Nadie sabe cuánto tardarán en resolverse los problemas al otro lado del Atlántico, aunque sirve de argumento al presidente Barack Obama para defender su nuevo plan de estímulo.

La herida provocada por la Gran Recesión es profunda. Hasta la fecha se han recuperado 2,1 millones de empleos de los 8,6 millones perdidos. Para que EE UU pueda absorber el crecimiento natural de la población activa necesita generar unos 150.000 empleos al mes de forma sostenida. Para poder reducir la actual tasa de paro se necesitaría mucho más.

Y aunque la recesión no llegó aún, al menos sobre el papel, eso no evita que se sienta como tal cuando se tiene en cuenta que el paro lleva ya medio año moviéndose en torno al 9%. La proyección de la Fed es que no baje del 8% antes de 2013, lo que pondrá muy difícil la reelección de Obama para un segundo mandato. Nunca antes un presidente ganó las elecciones con el paro tan alto.