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"Que ayuden a quien necesita ayuda de verdad"

Cambios de criterio en las becas dejan a desfavorecidos sin ayudas de comedor

Es el tercer año consecutivo que pide una beca de comedor y se la deniegan para su hijo de 8 años, que está escolarizado en tercer curso de Primaria en el colegio Carmelo Ripoll. La diferencia en esta ocasión reside en que Mónica Revert Tormo, de 37 años y separada desde hace cuatro, está "cansada" de no recibir este tipo de ayudas en tiempos de crisis y con una carga hipotecaria que se come literalmente el 33% de su salario. Mónica quiere reclamar y lo está haciendo. "Que ayuden a quienes necesitan ayuda de verdad", pide esta madre, en entrevista telefónica desde Ontinyent.

"No entiendo por qué hay muchas becas dadas a gente que está en mejor situación que yo", se pregunta esta joven madre, que trabaja, como buena parte de esta población del interior montañoso de La Vall d'Albaida, en la industria textil. Un sector con empresas que a lo largo de los años han sido la referencia dentro y fuera de España como Manterol, Colortex, Revert, Tejidos Reina, a las que la crisis ha dejado huella patente dejándolas en suspensión de pagos o cerrando, como es el caso Paduana, que fue bandera internacional de la industria local.

Las asociaciones de padres protestan hoy en la Consejería de Educación
Para corregir los desajustes, la partida se ampliará en 3 millones más

Revert pide que se "revise" la fórmula de ayuda directa al comedor a quien tiene adjudicada una plaza de transporte escolar. "La Vall d'Albaida ha experimentado un fuerte crecimiento de residenciales y segundas viviendas, mucha gente se empadrona en ellas, pero vive en el pueblo", sostiene esta madre, que recibe la pensión mínima por separación: 160 euros. El comedor escolar cuesta 72 euros. Ayer no pudo dejar al niño.

Como ella, el cambio de baremo ordenado por la Consejería de Educación este curso -que ha pasado de exigir 13 puntos a elevarlo a 17 para obtener beca- ha dejado sin beca a muchos escolares que la tenían. Según la federación de padres de alumnos, FAPA-Valencia, "hay 27.000 alumnos". Entre el grupo de solicitantes sin beca figuran casos con necesidades tan acuciantes como el de una familia con dos cónyuges en el paro, que solo cobran un salario por desempleo, cuyos hijos estudian en el colegio público Blasco Ibáñez de Museros.

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La Confederación de Padres Gonzalo Anaya ha elaborado una lista de centros donde las becas se han reducido casi a la mitad. Como el CP Pla de Barraques de El Campello, que ha pasado de 101 escolares con beca a 60; o El Palmeral de Alicante, que tenía 85 niños con beca de comedor, que este curso solo han obtenido 37. Su presidente Luis Deltell, pide al consejero José Ciscar que "revise el baremo" y tome las medidas oportunas para atender a las familias más desfavorecidas. "Para humanizar lo que significan 13 puntos hay que explicar que corresponden a una familia cuya renta per cápita anual no supera los 1.047 euros, si el comedor cuesta 700 euros por curso, evidentemente no podrá ir", dice Deltell. Hoy las asociaciones de padres protestarán ante la consejería.

La consejería insiste en que la partida presupuestaria es la misma que el curso anterior: 33,6 millones de euros, que beneficia a un total de 52.522 niños. Y pide que trasladen las quejas a las respectivas direcciones territoriales. "Con las crisis se optó por primar con cinco puntos a aquellas familias con dos miembros parados, para evitar más desigualdades", afirman fuentes oficiales, que insisten en que "máximo en 15 días" se transfieran otros 3 millones de euros para paliar los desajustes.

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