Viviendas contra la revolución
El estereotipo pinta a los saudíes viviendo en palacios o, al menos, en lujosas villas. La realidad es que menos del 40% de los nacionales de este reino petrolero (dos tercios de sus 27 millones de habitantes) tienen casa en propiedad, según un reciente artículo del diario Arab News. Hasta hace poco, una de las contrapartidas de vivir bajo una monarquía absoluta y rica era, además de no pagar impuestos, disponer de préstamos sin intereses para la compra o construcción de una vivienda. Pero el crecimiento de la población ha provocado un cuello de botella en el Fondo de Desarrollo Inmobiliario y las listas de espera se prolongan durante 18 años.
Para muchos funcionarios y empleados de nivel medio, las hipotecas que ofrecen los bancos resultan excesivamente caras, lo que les obliga a renunciar a ser propietarios. Su frustración se ha plasmado en un grupo de Facebook que, bajo el título Quiero una casa para mis hijos antes de morir, se dedica a debatir qué impide construir o comprar una casa y cómo solucionar el problema.
Menos del 40% de los ciudadanos saudíes tienen casa en propiedad
Las listas de espera para los fondos públicos llegan a 18 años
Los jóvenes son los más afectados por la escasez de vivienda y empleo
Significativamente, la vivienda constituye uno de los ejes del "programa social" por valor de 75.000 millones de euros que el rey Abdalá anunció poco después del estallido de las revueltas árabes. Junto a otros incentivos, el monarca se comprometió a la construcción de medio millón de unidades residenciales y a dotar con 40.000 millones de riales (8.250 millones de euros) el Fondo de Desarrollo Inmobiliario. Pero solo en la ciudad de Yeddah se necesita un millón de casas durante los próximos 20 años, según un estudio publicado el pasado marzo.
No hay datos disponibles de Riad u otras ciudades, pero el problema es similar. A medida que ha ido creciendo el número de habitantes y el tamaño de las familias se ha reducido, la demanda ha superado a la oferta de viviendas. De acuerdo con informaciones de la prensa local, entre 2004 y 2010 la población creció un 3,04%, mientras que las nuevas unidades residenciales solo supusieron un 2,56%. Los jóvenes son los más afectados por esa escasez que se suma a las dificultades para encontrar empleo.
De ahí el intento de remediar su potencial desestabilizador en un momento en que toda la región parecía contagiarse de la fiebre revolucionaria. Pero construir zonas residenciales, y más a semejante escala, es un proyecto a medio plazo. Además, las declaraciones del ministro del ramo diciendo que no hay tierra disponible han levantado ampollas. "Hay una consultora estadounidense que está trabajando en ello y se espera que presente los primeros proyectos en noviembre", señala un observador europeo atento a la oportunidad de negocio para las empresas de su país.
De momento, las temidas protestas se contuvieron con enormes despliegues policiales y el reino se ha mantenido al margen de los vientos de cambio que llegaron hasta sus fronteras. Sin embargo, todos los analistas coinciden en que los estímulos económicos no son suficientes si no van respaldados por una cierta dosis de reformas políticas y sociales.
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