Conde Roa, a los estudiantes que hacen botellón: "El vago no merece ayudas"
Santiago busca inversores por 50 millones a cambio de concesiones y beneficios
"Creo en los valores del trabajo bien hecho, del esfuerzo, del sacrificio", apuntó el alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, sobre los jóvenes estudiantes que participan en el botellón antes de recordarles que la Universidad está "sobre todo para formarse, entre otras cosas porque cuesta mucho dinero a los contribuyentes". El alcalde no dudó en relacionar la participación de los jóvenes en botellones con los malos resultados académicos y consideró que "las épocas de hacer carreras en 10 años y 15 años tienen que olvidarse". "No podemos estar subvencionando permanentemente al vago", afirmó. La teoría del alcalde contempla que todos los estudiantes deben comenzar la carrera con los mismos medios, pero que el "que trabaja es el que tiene que recibir la ayuda". Un requisito que ya tienen que cumplir los estudiantes que opten a una beca o a una residencia universitaria.
El alcalde consideró que en su gobierno no son "unos puritanos" en la lucha contra el botellón, que "objetivamente está mal", pero que no se puede transmitir un mensaje positivo al respecto porque el consumo de alcohol "hace daño a la salud". "El buenismo no ha conducido a nada", apuntó. La Policía Local de Santiago vigila y multa a los menores por ingerir alcohol en la calle. En los primeros diez días, han sancionado a nueve.
Conde Roa centró su discurso en un desayuno ante políticos y empresarios en la gestión económica. El regidor ya anunció en agosto que recurriría a la financiación público-privada para ejecutar los proyectos de la ciudad y ayer cifró en al menos 50 millones de euros la inversión con esta fórmula. "Estamos apurando al máximo para cerrar esos acuerdos", explicó. "No podemos endeudarnos y no podemos hacer soportar al ciudadano ninguna subida impositiva", justificó tras definir como "asfixiante" la deuda (66 millones) de un Ayuntamiento que "está en un estado crítico y a punto de fenecer".
Las empresas se encargarán de ejecutar proyectos, proveer equipamientos y dar servicios a cambio de una concesión u otro tipo de acuerdos que el alcalde no concretó. "Unas empresas adelantarían financiación y otras invertirían en la ciudad porque se les han presentado proyectos que les parecen creíbles y ejecutables. Mi preocupación es que Santiago no se pare porque el Ayuntamiento esté endeudado por encima de sus posibilidades", indicó. Avanzó que una de las inciativas apostará por el "ocio familiar sano". Las acciones para "mover la economía" de la ciudad se basarán también en activar el sector de la construcción, para el que habrá cambios en la "estructura tarifaria y tributaria".
Contra la subvención a las 'low cost'
"No nos queda más remedio que ser imaginativos y austeros", lamentó el alcalde de Santiago sobre la situación económica de la ciudad. De entre las pocas cosas buenas que citó para el futuro destacó la "obra extraordinaria" de la nueva terminal de Lavacolla, que comenzará a funcionar el 13 de octubre. Sin entrar en "localismos palurdos" con Alvedro y Peinador, el alcalde sí tiró contra las subvenciones que Ayuntamientos y Xunta pagan a las aerolíneas que ofrecen destinos baratos. "Deben acabarse las subvenciones a vuelos de bajo coste", afirmó en contra de la política del Gobierno gallego, que este año invirtió tres millones para mantener conexiones de estas compañías. Para Conde Roa estos convenios no pueden alargarse más de dos o tres años. "Eso atenta contra la libre competencia", afirmó. Para Lavacolla, Conde Roa prefiere compañías "de bandera" como Lufthansa, Iberia o British Airways.
Con la política conjunta de vuelos entre los tres aeropuertos que quiere establecer la Xunta aún sin definir, el alcalde se mostró partidario de negociar: "Quiero que Alvedro y Peinador tengan un futuro espléndido. Otra cosa es que sea a costa de Lavacolla o sin un plan común".
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