La Ertzaintza estrenará en los comicios sindicales la circunscripción única

La intensa negociación que Interior mantuvo hasta el pasado agosto con los sindicatos de la Ertzaintza ha dado frutos más allá del ámbito estrictamente laboral. Junto al nuevo convenio, el impulso a la carrera horizontal o el desarrollo de la segunda actividad, la consejería que dirige Rodolfo Ares y las centrales pactaron también establecer una circunscripción única para las próximas elecciones sindicales, previstas para dentro de tres años. Por primera vez en el ámbito de la Administración vasca, los votos alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos tendrán el mismo valor final en las urnas.

El acuerdo, ratificado por Erne, Esan y Euspel, que suman la mayoría sindical de la Ertzaintza, requiere de la modificación del artículo 99 de la Ley de Policía del País Vasco, en cuya reforma trabaja ya el Gobierno. El cambio perjudicará, en principio, a las centrales confederales. CC OO, que ha experimentado un claro declive en los últimos años, podría perder con la circunscripción única la exigua representación que aún mantiene en cada territorio. Y ELA, segunda fuerza en el cuerpo, puede ver mermada su fortaleza en su bastión de Gipuzkoa.

La modificación fue pactada en el marco de la última negociación laboral

En los últimos comicios, celebrados el pasado octubre, el voto en Álava, un territorio en el que apenas trabajan una sexta parte de los ertzainas, decidió el color de 17 de los 60 representantes de la plantilla. La circunscripción provincial abría hasta ahora la puerta a posibles modificaciones artificiales del mapa sindical con el simple traslado de algunas unidades, lo que se pretende corregir con la implantación de la circunscripción única. Su establecimiento por ley, una reivindicación histórica de los agentes, beneficiará en principio a Erne como sindicato mayoritario y quizá también a Esan, rival de ELA por la hegemonía nacionalista.

En el caso de Euspel, la tercera central que ha respaldado el acuerdo con Interior, el camino le puede suponer la pérdida de alguno de sus cuatro únicos representantes, logrados todos en Álava. En cambio, podría compensar con algún delegado logrado con los apoyos en Bizkaia y Gipuzkoa que con el sistema vigente no le bastaban para obtener representación en ninguno de esos dos territorios.

Por la novedad que supone en el escenario público, la reforma tiene también capacidad de reabrir el debate sobre el desequilibrado reparto de la representación política entre los tres territorios en función de la población. La infravaloración del sufragio vizcaíno respecto al alavés, con el guipuzcoano a medio camino, ha sido objeto de profundas reflexiones entre los partidos en los últimos años, si bien como cálculo electoral más que como una cuestión de fondo.

La polémica sobre la circunscripción electoral única ha rebrotado en los últimos meses a nivel nacional como una de las reivindicaciones del movimiento 15-M, medida que los indignados plantean para garantizar la proporcionalidad del sufragio y evitar casos como el de IU, que con un millón de votos (el 3,77%) en toda España solo obtuvo un representante en el Congreso en las elecciones generales de 2008, frente a los 10 conseguidos por CiU con poco menos de 780.000 papeletas en Cataluña (3,03% del total nacional) o los seis del PNV con 306.000 (el 1,19%) en Euskaid.