Horst Kasner, teólogo evangelista en la Alemania oriental
El padre de Angela Merkel fue un lazo progresista dentro de la Iglesia
El pastor Horst Kasner se mudó de Hamburgo a la República Democrática Alemana (RDA) cuando la Alemania occidental (RFA) había entrado de lleno en su "milagro económico". En 1954, la selección nacional de la RFA ganó en Berna su primer Mundial de fútbol. Tratando de olvidar los desastres y los crímenes que cometieron durante la II Guerra Mundial, los alemanes occidentales empezaban a disfrutar de las comodidades del vertiginoso desarrollo: vacaciones en el sur de Europa, automóviles, electrodomésticos. Cientos de miles abandonaron la RDA para probar fortuna en el rico Oeste. Kasner, en cambio, prefirió marchar al otro lado del telón de acero, donde la Iglesia evangélica echaba en falta pastores dispuestos a dar misa bajo un régimen que proclamó el marxismo-leninismo como fundamento ideológico.
Kasner y su esposa Herlind sabían que ella encontraría dificultades para ejercer como profesora de Inglés y Latín en los institutos de la RDA. También asumieron que su hija Angela se educaría en las escuelas públicas orientales. Cuando fue investida canciller federal de la Alemania unificada 51 años más tarde, Angela Merkel se convirtió en la primera mujer y en la primera oriental en presidir un Gobierno alemán. Los Kasner vivieron primero en la pequeña localidad de Quitzow, al norte de Brandeburgo. En 1957 se mudaron a Templin, un municipio de 16.000 habitantes unos 100 kilómetros al noreste de Berlín. Allí, el pastor organizó y dirigió un seminario para sacerdotes. Tuvieron dos hijos más.
Angela Merkel reconoció en 2009 la importancia de haber crecido en el régimen semihostil de la RDA. De joven percibía que se tenía que esforzar más que el resto para compensar que era hija de un religioso, y fue una alumna brillante. También su retraimiento público y la opacidad de su estilo político enraíza en el Este, donde "una leve inflexión, un cambio de palabras ya eran reveladores". Casi dos años antes de que sus cambios de rumbo en la política energética y europea la pusieran en el punto de mira de muchas críticas, Merkel reconoció: "Trato de ser más explícita, porque a veces la gente no entiende qué quiero". Su padre, Horst Kasner, explicó que se marchó al Este para "luchar contra la propaganda atea y profana de la RDA".
No todos los religiosos que trabajaban en la RDA compartían este punto de vista. Tras los horrores del nazismo, parte de la Iglesia vio en el "Estado de los Obreros y los Campesinos" la posibilidad de una alternativa al capitalismo. La Constitución de la RDA garantizaba la libertad religiosa y de culto, pero el régimen miraba con suma desconfianza la tradicional influencia de la religión luterana sobre la población. Kasner y otros teólogos siguieron una vía de convivencia con las autoridades que les permitió resolver los conflictos diplomáticamente. El Partido único SED lo consideraba un interlocutor "progresista" dentro de la Iglesia. Esto le valió el sobrenombre, citado por la prensa oficial de la época, de "Kasner el rojo".
El teólogo Horst Kasner dio misas en Templin hasta el final. Murió el viernes 2 de septiembre con 85 años.
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