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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Solomon Mujuru, clave del régimen de Mugabe

Fue el líder militar de la independencia de Zimbabue

María Antonia Sánchez-Vallejo

Con la muerte de Solomon Mujuru, excomandante del Ejército de Zimbabue, la sucesión de Robert Mugabe, el omnímodo presidente de un país fértil en recursos pero empobrecido hasta la indigencia, se complica. O se allana, desde el punto de vista de sus rivales. Mujuru -cuya esposa, Joyce, ocupa una de las dos vicepresidencias del Gobierno y se postulaba para sustituir a Mugabe (87 años)- murió el pasado agosto a los 62 años, en su granja cerca de Harare, consumida por un incendio cuyas causas no han sido aclaradas. No es el primero: como él, otros oficiales del Ejército o altos cargos del régimen han salido de escena en opacas circunstancias.

En el entierro de Mujuru, el propio Mugabe se anticipó a los resultados de la investigación e hizo una lectura más que concluyente del siniestro: "No a la violencia, no a la violencia, no a la violencia", pidió. La desaparición de Mujuru azuza aún más las divisiones dentro de la Unión Nacional Africana-Frente Patriótico (ZANU-PF, en sus siglas en inglés), hasta 2008 uno de esos partidos únicos nacidos en el fragor de la lucha de liberación nacional y luego bendecidos por el logro de la independencia. Partidos que enseguida acaban patrimonializando el Estado, igual que las granjas, la industria del oro o los diamantes, e incluso el derecho a la existencia de opositores políticos, granjeros blancos o activistas gais, por citar solo algunos blancos de la insania del régimen. "Creemos en un país donde reine la paz", añadió Mugabe, en presencia del ministro de Defensa, Emmerson Mnangagwa, principal rival de Joyce Mujuru en la carrera de la sucesión.

Su turbia muerte ensombrece aún más el futuro político del país

La propiedad de Mujuru había sido confiscada en 2001 a un granjero blanco. La turbulenta reforma agraria, sembrada de caos y odio racial, precipitó el colapso de la economía del país. Zimbabue, que durante muchos años fue el granero de la región, sufre ahora desabastecimiento y ha de importar los alimentos que consume, cuando no recibir ayuda humanitaria de EE UU o la UE; el 65% de la población vive por debajo del umbral de pobreza.

Bajo su nombre de guerra, Rex Nhongo, Mujuru dirigió las fuerzas de Mugabe durante la guerra de independencia de Rodesia, en los años setenta del pasado siglo. En 1980, con la declaración del Estado de Zimbabue, fue aupado a la jefatura del Ejército. Desde entonces escaló peldaños en el poder, pero también en el mundo de los negocios: miembro permanente del politburó del ZANU-PF, con fama de moderado y conciliador -cualquiera lo es frente a Mugabe-, en 1990 se retiró de la primera línea política y se dedicó a la rentable explotación de su granja. Mujuru pasaba por ser el fiel capaz de inclinar la balanza de uno u otro lado. Pero la encarnizada lucha entre el matrimonio Mujuru y el titular de Defensa ha dado un vuelco mortal. Ni siquiera la entrada en el Gobierno en 2009 del opositor y activista pro derechos humanos Morgan Tsvangirai -actual primer ministro- hace augurar nada bueno sobre la recta final del dinosaurio Mugabe, que se aferra al poder desde 1980.

Solomon Mujuru, en 2009.
Solomon Mujuru, en 2009.PHIL NOBLE (REUTERS)

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