Valdés, el salvavidas

Víctor Valdés es el guardameta que juega con los pies, el tercer central del Barça, el hombre de cuyas botas nacen las jugadas e incluso el gol, como en aquel balón que lanzó a los pies de Alves y terminó en los de Pedro para apear al Madrid de la final de la Champions. Es también el mejor guardián de una puerta por la que asoman pocas veces, dada la vocación ofensiva de Pep Guardiola. No ocurrió así en la ida de la Supercopa, cuando tuvo más visitantes de los que acostumbra. No atajó el balón de Özil ni llegó al disparo raso de Alonso, pero salvó tanto cuanto pudo.

Además de entrar más en el juego de su equipo de lo que tuvo que hacerlo Casillas (participó en 46 acciones por 27 de su colega y dio 24 pases buenos, el doble que Casillas), Valdés, exigido como nunca en los últimos clásicos, hizo cinco paradas (una su rival), recuperó 10 balones (cinco el madridista) e hizo ocho despejes (ninguno su contrario). "No falla nunca. Es una referencia, un salvavidas para nosotros", dijo de él Guardiola.

Solo una mano fuera de sitio, que chocó con Cristiano y por la que el portugués reclamó penalti, pudo ensombrecer aquella excelente estirada ante un cabezazo certero de Benzema. Aun así, Valdés gana a Casillas la batalla de los últimos clásicos, sobre todo en cuanto a la participación en el juego (con 171 acciones por 149 de su adversario y con casi el doble de pases buenos: 96 por 53), pues andan a la par en el número de paradas (16 para el barcelonista, 15 para el madridista). Hoy, el duelo está también en la portería.