Viaje a la 'Avenida Q'

"Que mierda soy yo", cantan a coro los actores del musical Avenue Q, mientras bailan y mueven al compás de la música las marionetas que les acompañan sobre el escenario formando un solo personaje. Los muñecos recuerdan a Triqui, el monstruo de las galletas, y a Epi y Blas, pero hay se acaba el parecido entre Barrio Sésamo y el musical. Avenue Q utiliza marionetas pero no es una función para niños, sino un espectáculo para adultos que aborda sin tapujos en su trama la falta de trabajo, la homosexualidad, el racismo o la pornografía. El musical se representa desde ayer en el Teatro Arriaga, donde cerrará su paso por las tres capitales vascas.

Ángel Padilla encarna a Princeton, el protagonista del musical, un recién licenciado que acude a Nueva York lleno de ambición y se da de bruces con la realidad: solo le llega el dinero para pagar el alquiler en la Avenida Q. El barrio está poblado por vecinos que luchan por superar sus frustraciones. Una terapeuta japonesa, un aspirante a cómico, un ex niño prodigio de la televisión, o un inversor homosexual que no se atreve a salir del armario sueñan en la Avenida Q con una vida mejor.

El espectáculo, para el público adulto, está inspirado en 'Barrio Sésamo'

El montaje original de Avenue Q se estrenó en Nueva en 2003, y fue galardonado con los premios Tony al Mejor Musical, Mejor Libreto y Mejor Música. La versión española fue dirigida por la compañía Yllana. Los muñecos, tan importantes como los actores, fueron realizados por la compañía muñecos animados, los padres de Los Lunnis.

Avenue Q será el espectáculo del Arriaga para la Aste Nagusia. Estará en cartel hasta el próximo 4 de septiembre, con entradas de 10 a 35 euros.