La imposible emancipación juvenil

La independencia económica sigue siendo una meta inalcanzable para los jóvenes gallegos, ya que ocho de cada 10 todavía no han conseguido emanciparse. Esta es la principal conclusión de un estudio sobre la situación y hábitos de la juventud gallega realizado por la Universidade de Santiago de Compostela en 2010, que la Xunta utilizará "como herramienta" para diseñar sus políticas para este colectivo.

Para Ovidio Rodeiro, director general de Xuventude, este dato no es alarmante porque, según aseguró ayer en la presentación del informe, "entra dentro de los parámetros normales" ya que la encuesta se realizó con jóvenes de entre 15 y 29 años. Sin embargo, el propio estudio revela lo difícil que es para la juventud gallega encontrar trabajo en la comunidad autónoma.

Si se comparan los datos de 2010 con los del informe de 2007, se ve claramente el efecto de la crisis. Hace cuatro años, los jóvenes trabajadores representaban casi el 51% frente al 39% de los que estudiaban. En 2010 se invierten los datos, ya que la mitad estudia y solo el 35,3% trabaja. A pesar del incremento de los que se dedican a los estudios, en el informe no hay ningún tipo de referencia a si el tipo de trabajo conseguido se corresponde con la formación académica. El dato más significativo es el aumento, de casi cuatro puntos porcentuales respecto a 2007, de los jóvenes que trabajan en puestos que no requieren ningún tipo de cualificación.

El estudio, según reconoció Rodeiro, no refleja las inquietudes de los chicos y chicas sobre su futuro laboral, pero sí que la mayoría estaría dispuesta a irse a otro lugar dentro de España, si tuviese la oportunidad de encontrar un empleo que mejorase su situación laboral. Aunque la predisposición a salir de Galicia disminuye si hubiese que abandonar el país. Entre los que tienen empleo, el 22% ve "probable" o "muy probable" perder su puesto de trabajo en el plazo de un año. El sueldo medio varía según el sexo, y solo los chicos alcanzan el estatus de mileuristas con 1.031 euros, frente a los 889 de las chicas.

A los jóvenes todavía les cuesta marcharse de casa. El 65,6% todavía vive con sus padres, aunque no siempre se debe a la falta de independencia económica, sino a una cuestión de comodidad. Según el informe, uno de cada tres jóvenes sigue viviendo con sus padres, a pesar de que se pueden costear sus gastos. Aunque la autonomía económica continúa siendo el principal motivo para marcharse de la casa familiar.