Fabra calma a Rus y le consultará los futuros nombramientos

Lealtad, trabajo y todo el apoyo del partido. El presidente del PP de Valencia, Alfonso Rus, acudió ayer al Palau de la Generalitat para exhibir ante los medios su respaldo al nuevo líder del partido y jefe del Consell, Alberto Fabra. La entrevista sirvió para intentar cerrar las fisuras que se han abierto en el PP valenciano por la sucesión de Francisco Camps.

Rus no ocultó su enfado por haber quedado al margen de la crisis que desembocó en la dimisión del expresidente el pasado 20 de julio por la causa de los trajes de la trama Gürtel y por no haber sido consultado sobre el relevo, que recibió con "los brazos cruzados" en la junta directiva que se celebró la misma tarde y sin decir palabra.

El jefe del Consell destaca la "normalidad" del encuentro

Ayer, tras una hora de reunión, Rus convirtió su malestar en una cuestión personal, casi sentimental. "He estado mucho tiempo con Camps y me hubiera gustado estar en su despedida porque de verdad le aprecio, lo quiero y es mi amigo", afirmó el también presidente de la Diputación de Valencia. Fabra calmó al presidente provincial y prometió que comentará con él futuros nombramientos.

Rus dio por zanjada la polémica y se puso "a disposición" del nuevo responsable del Consell, al que aseguró que trabajará para lograr un millón y medio de votos en las elecciones generales del próximo noviembre.

"Como ven, normalidad absoluta, como no puede ser de otra manera entre personas del partido que tenemos un proyecto único, que es ganar las elecciones", afirmó Fabra tras escuchar las palabras de apoyo de Rus. "Ha sido una reunión fácil, entre compañeros, entre personas que buscan lo mismo y están dispuestas a arrimar el hombro y poner lo mejor de sí mismos para poder tener éxito en el camino", añadió para subrayar esa "normalidad".

Rus se esforzó en despejar los nubarrones de una crisis interna y Fabra le correspondió destacando su papel en el partido. El presidente del Consell aprovechó una pregunta sobre si el PP en Valencia tendrá más peso en futuros nombramientos para asegurar que contará con la opinión y el consejo de Rus. Este, agradecido, se apresuró a puntualizar que "al presidente nunca se le puede imponer nada, se le coartaría la libertad". Eso sí, puntualizó que "los presidentes deben consultar" pero también "tener su criterio" y no dejarse tutelar. Para subrayar esa idea, Rus dejó el tono serio con el que había encarado la comparecencia y recurrió a un símil futbolístico. Fabra es el entrenador y decide por qué banda corre cada jugador, vino a decir.

Sobre las cuestiones de partido tratadas en la reunión no hubo detalles. Según Rus, no era una reunión para "crear acuerdos", sino para ponerse "a disposición del presidente". El mensaje a trasladar era el de la sintonía y tranquilidad en el partido de cara a las elecciones generales -hoy se celebra la primera reunión del comité de campaña-. Por eso, al plantearse la situación del PP de Alicante y del expresidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, apuntado al paro, Fabra reiteró que en el partido "caben todos los que quieren sumar".

Ambos fueron preguntados también sobre la decisión del expresidente Camps de compatibilizar el escaño con el Consell Jurídic Consultiu. "Es una decisión personal amparada en la legalidad" y tiene "todo el derecho del mundo" a hacerlos, zanjó el presidente. Rus guardó silencio.