El teatro vuelve al foro de Ribadavia

Una sátira de la tragedia española, a partir de un espectáculo de origen vasco, abre mañana en el Auditorio do Castelo la XXVII Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia, hasta el día 23 en la capital de O Ribeiro. Muuu, estreno "absoluto" de Yllana Teatro -ganadores del premio del público el año pasado con Zoo-, actualiza el espectáculo homónimo sobre la tauromaquia con el que debutó hace veinte años la compañía madrileña de humor gestual: animales, hombres armados, patria y muerte, con la percha actual del veto catalán a la fiesta.

Es uno de los veinte montajes de todo el mundo en programa de la MIT, que renueva el compromiso con Latinoamérica -Iberescena aporta 12.000 euros a cambio de cuota continental- y el intento de equilibrar el cartel "de emergentes y consolidados", en palabras de Roberto Pascual, al frente de la Mostra desde 2009.

La compañía de Arístides Vargas, Malayerba, exhibe 'La razón blindada'

Entre los reclamos transoceánicos, uno muy premiado. La razón blindada (jueves 21), de Malayerba, la compañía ecuatoriana que fundó el dramaturgo argentino Arístides Vargas con amigos de los de compartir exilio. Una reflexión sobre la tiranía y sus márgenes a partir de dos presos políticos, juntos cada domingo para contarse las vidas de Quijote y Sancho. También Dionisos Aut (miércoles 20), sobre la pérdida de talento para la vida, de los argentinos El Rayo Misterioso, o Égloga de Plácida y Victoriano (domingo 17), del laboratorio escénico colombiano Univalle.

La cuestión del equilibrio -también entre riesgo clásico y reescritura de clásicos ad hoc- la ejemplifica Pascual a través de los dos últimos triunfadores de los premios Max. El Macbeth (lunes 18) de Ur Teatro, que versiona Helena Pimenta con música y vídeo, y Veraneantes (viernes 22), la coproducción de La Abadía Teatro y Kamikaze sobre el montaje que estrenara Máximo Gorki a comienzos del siglo XX. Si el artefacto antiburgués del ruso acababa como el rosario de la aurora, aquí se reproduce, casi en régimen de sit-com, el hastío banal de los vencedores de la Transición.

La danza empieza el sábado 16 con el espectáculo Petra, la mujer araña y el putón de la abeja Maya, de la afamada coreógrafa catalana Sol Picó. "Una obra sobre la relación entre la monstruosidad y la falta de amor", anuncian. El juego escénico parte de un libreto basado, primero, en textos propios, pero las adendas emocionales incluyen préstamos de Las amargas lágrimas de Petra Von Kant, de R. W. Fassbinder, y Algunas reflexiones de andar por casa, descalzo, del miembro de Accidents Polipoètics Rafael Metlikovez. De la colaboración entre la Mostra y el Instituto Goethe sale también la exposición que se podrá visitar el mismo día en la Praza Maior. Allí se proyectará un documental sobre Pina Bausch y otro, desconocido en España, sobre la alemana Mary Wigman, icono de la danza expresionista.

Este año no hay coproducciones de la Mostra -como Na meta, en 2010, con Ónfalo Teatro, primer Bernhard escenificado en gallego-, pero se sostiene la apuesta por la coproducción. Entre ellas la hispano-portuguesa Dança da morte (lunes 18), de Nao d?amores y Teatro da Cornucópia, que rescataron instrumentos musicales de la Edad Media e instalarán su grada de madera en el adro de Santo Domingo. "Nos podemos dar con un canto en los dientes", conviene Roberto Pascual. La fiesta fundacional del teatro gallego conserva casi todas las ayudas de los últimos años, incluidos los 50.000 euros de Industrias Culturais y los 64.000 del Ministerio de Cultura.

Chévere, la compañía residente de lo que fue, o está siendo, la compostelana Sala Nasa, recibirá mañana el premio de honra Abrente de la MIT. También se exhibirá entera Citizen (martes 19), su retrato del que podría ser el "fracaso de un pueblo" a través del éxito de su mayor empresario global. La Mostra los premia "tras un año de amargura por las injurias vertidas contra el trabajo de la Nasa por un político que ahora es alcalde de Santiago".