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Ajedrez

Maravilloso estupor

Estudio de L. Mitrofánov

Vecherni Tbilisi, 1967

Prepárense para fuertes emociones. Comprobemos primero lo que el lector puede vislumbrar sin necesidad de mover las piezas. Las negras tienen tres más, y encima están a punto de coronar, pero su rey sufre ante la avalancha de los peones blancos. Tanto es así que, tras empujar al rey a la octava fila, las blancas coronan con jaque, obligan al alfil a tapar en b8 y lo amenazan con a7. En ese punto, la dama que las negras han coronado no tiene jaque alguno. En apariencia, las blancas ganan fácilmente a pesar de todo. Pues no, lo cierto es que la extraordinaria belleza y complejidad de esta composición empieza justo ahí, cuando parece que ha terminado. E incluye un golpe maravilloso, que dejará al lector estupefacto: 1 b6+ Ra8 2 g7 h1=D 3 g8=D+ Ab8 4 a7 (bien, hasta aquí ha sido fácil, y parece que las negras deben rendirse, porque a Cc4+ seguiría Ra6, con mate inevitable. Sin embargo, el caballo negro puede sacrificarse con el otro jaque, en c6, para abrir la quinta horizontal, lo que permitirá que la dama negra disponga de muchos jaques, empezando por capturar en h5) 4 ..Cc6+! 5 dxc6 Dxh5+ (ahora todo indica que las negras han logrado empatar porque el rey blanco queda a merced de la dama negra y, si se descuida, incluso el caballo podría contribuir. Pero, atención, aquí llega la maravilla de las maravillas...) 6 Dg5!! Dxg5+ 7 Ra6 (abracadabra, ahora no hay más jaques, salvo que se sacrifique la dama) 7 ..Axa7 (si 7 ..Da5+ 8 Rxa5 Axa7 9 c7 Rb7 10 bxa7, ganando) 8 c7 Da5+ 9 Rxa5 Rb7 10 bxa7 Rxa7 11 c8=D, ganando. Correspondencia: ajedrez@elpais.es

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