Los inversores huyen de la Bolsa

El tiempo pasa y la crisis de deuda griega sigue sin resolverse. La cumbre europea de esta semana no ha servido de mucho. Mientras Europa pide a Atenas la aplicación de reformas de austeridad, intenta al mismo tiempo soluciones para el callejón sin salida en el que se ha metido. Para que no se entendiese como una suspensión de pagos, Bruselas, o mejor dicho Francia y Alemania, acordaron que la participación del sector privado (bancos) en el segundo rescate de Grecia sería voluntaria. Lo que pasa es que tampoco se puede correr el riesgo de que no haya muchos voluntarios, así que los Gobiernos están intentando convencer a sus entidades de que sería conveniente que arrimaran el hombro.

Por si este juego de sombras a medio camino entre la política y la economía no fuese poco, Moody's advierte con rebajar la calificación crediticia a los bancos italianos. Con estos ingredientes, el balance semanal de los mercados no podía ser otro que unas fuertes pérdidas. Los activos de riesgo, especialmente las Bolsas, se han llevado la peor parte. El Ibex 35 se dejó un 3,18% de su valor en las cinco últimas sesiones. El índice selectivo español vuelve a perder los 10.000 puntos y acumula unas pérdidas anuales del 0,47%.

Mientras el mercado no vea una salida clara para los problemas de Grecia, los inversores van a seguir presionado a los otros países periféricos como España. La prima de riesgo (diferencial de rentabilidad entre el bono español y el alemán) pasaba esta semana de los 261 puntos básicos a 284 puntos básicos, máximo anual.

Por si los problemas externos no fueran pocos, una prueba importante para la economía española, la salida a Bolsa de sus cajas de ahorros, principalmente la de Bankia, sigue retrasándose. Para esta semana se esperaba que tanto el banco liderado por Caja Madrid como Banca Cívica hubiesen registrado su folleto en la CNMV. Sin embargo, bien sea por las exigencias del supervisor a la hora de aprobar el documento, bien por la compleja situación económica en Europa, el pistoletazo de salida para la colocación no acaba de darse. ¿Se logrará en los próximos días?

En el mercado de divisas la volatilidad sigue siendo la nota dominante. El euro es rehén de Grecia. La moneda única cerró la semana a un tipo de cambios de 1,41 dólares por euro y la empezó a 1,43 dólares.

En el mercado de crudo también se produjeron novedades importantes. Ante el temor de que los altos precios del petróleo impidan consolidar la recuperación económica mundial, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que representa a los principales países importadores de petróleo, decidió echar mano de sus reservas estratégicas y liberar 60 millones de barriles en un mes, la mitad de los cuales corre a cargo de EE UU. El movimiento tuvo un efecto inmediato en el mercado. El precio del brent, crudo de referencia en Europa, cerró la semana en 104 dólares y la había empezado en 113 dólares.